miércoles, 11 de junio de 2008

Escuela Argentina

Clase III Introducción a la Psicología Social
Desarrollo de la Psicología Social, Escuela Argentina.
Docente Lic. ada Fanelli

Hola, buenos tiempos virtuales para tod@s.
Retomemos recapitulando un poco: Habiamos hablado sobre epistemología, recuerdan, o sea, acerca de la Psicologia Social como una ciencia relativamente nueva, cuyo objeto de estudio es el hombre en situación, es decir no de forma abstracta sino como integrante de un proceso. También dijimos que el método es comprender desde adentro el fenómeno que estamos investigando. Es decir, como actúa en los otros a través de cómo resuena en nosotros.
Y aquí destacamos que la Psicología Social, ademas de tener un cuerpo teórico importante, es fundamentalmente una practica. No se puede estudiar Psicología Social sólo en los libros, de la misma forma en que no podemos aprender a pintar sin pinceles o a hacer música sin tocar un instrumento o cantar, por que la Psicologia Social opera sobre la realidad y promoviendo cambios planificados.
Comprenderán cuál es la importancia de la interacción entre las distintas instancias del aprendizaje: docentes, alumnos, coordinadores, material teórico (contenido de libros, revistas, etc.)
En una Escuela serian ámbitos físicos, aula, biblioteca, secretaría, espacio grupal. Aquí son ámbitos virtuales. El aula, donde se encuentran con la teoría a través de una persona: el docente. El foro, donde recibimos el aporte de otros compañeros, metodología que fomenta el aprendizaje mutuo. Por eso es importante que conozcan todo el material que reciban. NO DEJEN DE ABRIR Y LEER TODO LO QUE LES LLEGUE. OPINEN; PREGUNTEN; INTERVENGAN: NO CENSUREN; NO SE CENSUREN. Voy a incluir en algún anexo las normas de trabajo grupal en creatividad de Carlos Churba, que personalmente uso mucho para trabajar.
Es de esa manera que se conforman los vínculos, a través de la comunicación.
Entrando en el tema de hoy, que es Escuela Argentina, vamos a recordar, por que también lo dijimos, que Don Enrique Pichón Riviere fue el fundador de la Psicología Social Argentina, y de la primera escuela de Psicologia Social.
El había estudiado medicina y se había especializado en psiquiatría. En esas épocas empezaba a llegar a estas pampas el psicoanálisis. Una teoría que revolucionó y apasionó a un grupo de jóvenes entre los que estaba Pichón.
Les recomiendo la lectura de “Conversaciones con Pichón”, de Vicente Zito Lema. Es muy divertido y una aproximación muy recomendable a Pichón y a la Psicología Social.
Obviamente, si decimos “Psicología Social Argentina”, damos por sentado que existen en otras partes otras Psicologías Sociales, y así es.
Se trata de teorías acerca de los grupos y son epistemológicamente distintas, porque parten de otros paradigmas (más adelante veremos de que se trata este concepto). La Psicología Social Argentina, si bien las estudia y se vale de ellas, tiene una mirada más amplia e integradora.
Les diré brevemente que un señor, Kurt Lewin, alemán radicado en EEUU, hizo importantes descubrimientos acerca del tipo de liderazgos y el funcionamiento de los grupos. Aplicó la Teoría de la Gestalt, (que no deben confundir con las terapias gestálticas) al estudio de la dinámica de las fuerzas grupales. No se rompan la cabeza tratando de entender esto porque todavía les falta material. .
Por otro lado, el asunto psicosocial fue investigado por la Escuela Culturalista, que parte del psicoanálisis, pero que interactúa con la antropología brindando y obteniendo aportes de ella. Los discípulos de Freud, Karen Horney y Alfred Adler pueden considerarse sus representantes más importantes, y dentro de esta línea se inscribe un psicoanalista muy popular a través de sus libros, que seguramente conocen y es Erick Fromm.
Otro discípulo de Freud, Wilhem Reicht, fue precursor en intervenciones comunitarias, y abrió centros de atención para obreros, pero pronto debió huir de Alemania rumbo a EEUU, donde tampoco fue comprendido.
Enfrentadas a las teorías dinámicas de Kurt Lewin, están las teorías que buscan una interpretación psicoanalítica para el comportamiento de los grupos. Didie Anzieu y Renée Kaes, entre otros. Obviamente, utilizan el modelo del inconciente, en este caso, inconciente grupal y reservorio y escenario de las fantasías arcaicas de sus integrantes.
Jung, otro discípulo de Freud, expresó el concepto de Inconciente Colectivo.
La obra de Freud misma, contiene libros llamados “sociales”. Expresamente “Tótem y Tabú”,” El malestar en la cultura” y “Psicología de las masas y Análisis del Yo”. Creo que no me olvido de ninguno.
Muchos son los aportes de las escuelas que estudian los vínculos del hombre con los grupos y la sociedad. De todos ellos se nutre la “epistemología convergente” pichoniana, pero también la filosofía y el arte serán necesarios para la comprensión psicosocial, en un movimiento que va de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría, un movimiento en forma de espiral. A esto lo conoceremos como la espiral dialéctica del aprendizaje.
Desde el ADN hasta las plantas, el crecimiento tiene forma de espiral. También el aprendizaje. En la dialéctica se integran dos polaridades, tesis y antítesis. Una no supera a la otra, ni compiten entre si, sino que interactúan generando la síntesis, que a su vez es el punto de partida de la nueva etapa.
Nosotros vamos por la vida apoyando un pie sobre un punto del suelo, permitiendo que el otro se levante para apoyarse nuevamente un poco más adelante.
Nos reproducimos a partir de dos seres distintos de los surge el tercero, que no es ni el padre ni la madre, distinto a su vez, los contiene y los integra. No hay mejor ejemplo de cómo funciona la dialéctica. El aprendizaje también se da de la misma forma. Uno aprende integrando opuestos. Si el dilema, que es la negación de la dialéctica, se instala, se instala la competencia, se desplaza la cooperación, el conflicto se estereotipa y la vida se detiene. (Como si pretendieramos andar en un solo pie: no llegariamos lejos)
Como sujetos integrantes del grupo, cada uno de nosotros, posee un acerbo de conocimientos que ha adquirido, aprendido o heredado, a través del cotidiano vivir. Algunos son útiles para la tarea, otros se transforman en obstáculos.
Serán nuestros aportes al grupo, el mensaje que traemos desde otros grupos de los que hemos participado, porque, no lo olvidemos, durante la vida nos vamos integrando en uno y otro grupo sucesivamente: de la familia a la escuela, el grupo de pares, el trabajo, la nueva familia. Aprendimos en grupo lo que sabemos, y el grupo será también el que nos ayude a modificarlo cuando un determinado hacer se transforme en obstáculo para el proceso.
Aquí podríamos enunciar otra forma de entender la Psicología Social como una teoría para el cambio planificado.
Pichón, médico psiquiatra del hospicio, estaba encargado del servicio de adolescentes. Se trataba de pacientes muy graves, que no podían prescindir de su medicación y necesitaban cuidados especiales.
El personal de enfermería y mantenimiento se declaró en huelga. Pichón se encontró con un verdadero problema que intentó resolver organizando a los muchachos y adjudicándoles determinados roles para cumplir con determinadas tareas: Distribuir la medicación, encargarse de la ropa blanca, preparar la comida.
El experimento fue coronado con el éxito. Cuando el personal de enfermería se reincorporó a sus tareas, el servicio seguía funcionando perfectamente.
Pero eso no fue todo. Pichón realizaría también un descubrimiento más asombroso: los pacientes habían mejorado.
De aquí se desprende que la Psicología Social no es sólo una forma de entender al hombre, sino de entenderlo para ayudarlo. Pichón descubriría que también la enfermedad formaba parte de un complejo aprendizaje grupal que lo llevaría a decir: “en grupo nos enfermamos y en grupo nos curamos”

La Psicología Social nace como una ciencia para la salud.

El sitio donde nacemos y vivimos no es natural. Se trata del producto de la cultura que los hombres reciben, reproducen, producen y trasmiten transformando. Ese sitio no es un sitio físico. Sus límites son los integrantes del grupo, ya sea familiar, de estudios, de trabajo, de recreación, etc.
Allí contenemos y somos contenidos. Allí aprendemos a sobrevivir y a vivir si tenemos suerte. También allí enfermamos. Construimos nuestra subjetividad.
¿Y qué es un grupo? ¿Varias personas juntas? NO. Eso es la cola del colectivo o de la caja del supermercado, un montón de gente, una serie de personas.
El grupo, para ser grupo, debe tener una tarea en común, un destino, un proyecto. Cuidado, lean bien, una tarea en común, no una tarea común. Volvamos al colectivo: Vamos a suponer que se trata de pasajeros de un micro. La tarea común es que todos van a un mismo destino, pongamos, la ciudad X. La tarea la realiza el conductor, que es quien hará que ese micro llegue a destino, porque lleva el volante. Supongamos que se produce un accidente en un sitio apartado. Las primeras demandas irían sin duda al conductor, pero supongamos que este muere o está inconciente, que la ayuda no llega pronto y que los integrantes necesitan organizarse para sobrevivir. Ahora si aparece la tarea que ninguno puede realizar solo: los heridos necesitan ayuda, hay que calmar a los niños asustados, buscar comida, socorro. Es necesario que cada uno asuma un rol, realice una tarea. Ahora si, aquel número de personas desconocidas necesitan constituirse en un grupo operativo, es decir, con una tarea en común que necesita del aporte de todos sus integrantes.
Aunque no lo consideremos frecuentemente, así se hace posible la vida, con el aporte conjunto de todos, organizados para la tarea de vivir, cosa que nadie puede hacer solo. ¿Cómo lo conseguimos? ¿Cómo nos integramos? ¿Cómo se generan los grupos? ¿Cómo sobreviven? ¿Cómo enferman? ¿Cómo nos afecta este proceso como integrantes? ¿Cómo se genera el trabajo grupal? Facilitar el acceso a estas respuestas es la tarea del Psicólogo Social.
Repasando: la psicología Social Argentina es una epistemología convergente, que reúne los aportes del psicoanálisis, de la dinámica de grupo, de la filosofía y el arte. Su herramienta privilegiada, aunque no la única, es el Grupo Operativo. Se trata de una pedagogía, en tanto en el grupo aprendemos, y de una estrategia terapéutica, en tanto en el grupo aprendemos a vivir mejor.
Por fin, definiremos en palabras de Pichón, a la Psicología Social como una ciencia o una interciencias - epistemología convergente - de las interacciones orientadas hacia un cambio social planificado.
Digamos que se trata también de una ideología, de una serie de conceptos que se irán articulando para diseñar ese objetivo de mejorar la realidad, sin el cual la vida perdería su sentido.
Pichón también definiría la salud mental como una adaptación activa a la realidad, ya que a veces no podemos cambiar nuestras circunstancias y debemos soportarlo, pero a veces soportamos lo insoportable y el cambio saludable consiste en cambiar la realidad. En eso consiste la condición humana, en la creatividad, la transformación del entorno.


El psicólogo social no brinda soluciones, no resuelve problemas, facilita la comprensión de los procesos mediante la comunicación, ayudando a despejar los obstáculos que se interponen en la realización de la tarea.

Obstáculos que pueden ser evidentes o mantenerse ocultos. Nada fácil, así que insistamos en la necesidad de integrar los saberes teóricos con los saberes de la práctica cotidiana.
Este, el de la vida cotidiana, es el lugar de trabajo, de construcción e investigación de la Psicología Social, no los grandes estrados que, en definitivas cuentas están vacíos la mayor parte del tiempo. La Psicología Social es, fundamentalmente, la ciencia de la democracia, del saber hacer juntos.

Bueno, hasta aquí llegamos por hoy.
Como tarea para el hogar, les pido que observen a su alrededor los grupos en los que participan: trabajo, estudio, deportes, barrio (no familia) y contesten:
¿Se necesitaría aquí un psicólogo social?
¿Qué le pediría que nos ayude a modificar?
Las respuestas, como siempre, leidas y contestadas. ¡A trabajar!
Un abrazo grupal para todos y ¡Buenos tiempos virtuales!
Hasta la próxima. Ada.

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