domingo, 15 de junio de 2008

La logica de los sentimientos

La Lógica de los Sentimientos
Lic. Ada Fanelli
Clase Nº
Hola a Tod@s!!!!
Estoy contestando a sus preguntas, y realmente algunas son tan interesantes que abren temas dignos de tratar en una clase, y no sólo respondiendo a una pregunta en particular. El tema es “La lógica de los sentimientos”
Esta podría ser, aparentemente, una paradoja. Hablar de sentimientos junto a lógica puede sonar raro.
Sin embargo, vamos a analizar el significado de “logica”.
Estamos acostumbrados a definir al hombre como un “animal racional”. Es común tomar las palabras “lógica” y “razón” como si fueran sinónimos, pero no lo son. Razón viene del griego y comparte su etimología (origen) con ración. Ración es una parte de algo, como la ración de un alimento. De allí que a las fracciones se las llame “números racionales”.
La razón es esa capacidad del pensamiento humano que separa la realidad en porciones para comprenderla mejor. Como consecuencia de esto el conocimiento se especializa, llegando en nuestra época a la mayor especialización del conocimiento, ya que también convivimos con una cantidad tan enorme de información, que nadie podría dominarla por completo, por ello nos especializamos. Las distintas ciencias son especializaciones del conocimiento: la biología, la astronomía, la biología, la psicología, la psicología social, etc.
La palabra lógica, que también viene del griego: “logos” que significa "palabra". Nosotros, cuando pensamos (al menos dentro del pensamiento científico) pensamos con palabras, palabras que constituyen el lenguaje. El lenguaje es un conjunto de signos y de reglas que organizan esos signos.
El humo es signo de fuego, el rojo de “alto”, la paloma es un signo de la paz. Quiere decir que un signo siempre es algo que nos remite a otra cosa.
Un hombre de campo puede ver volar un pájaro e interpretarlo como signo de tormenta, cosa que un hombre de la ciudad sería incapaz de hacer. Interpretar es, entonces, relacionar un signo con con un rasgo de la realidad.
También debemos distinguir entre los signos y los símbolos, y aunque es tema muy discutido, vamos a aceptar aquí que el signo tiene una relación directa y unívoca, natural, con aquello a lo que representa, como en el ejemplo del humo y el fuego. En cambio, el símbolo, como la palabra "rosa" y la flor rosa, o la paloma y la paz, son convencionales, inventados por el hombre.
Ahora vamos a la relación entre un hombre y sus sentimientos. Los sentimientos son naturales, signo directo de la vida misma. El lenguaje, la lógica, son algo convencional, inventado por el hombre. ¿Cómo relacionarlos entonces?
No olvidemos que Pichón decía que el motor de toda acción es la necesidad. ¿Y cual sería la necesidad humana para crear un lenguaje?
La comunicación, en primer lugar. Tal vez la primera palabra fue un grito que un hombre primitivo emitió desde la copa de un árbol para alertar a otro, que había bajado al llano, de que lo amenazaba una fiera. Ese grito seguramente llevaba una información acerca del peligro, pero también llevaba un sentimiento, el sentimiento de solidaridad con el semejante, de grupalidad, de identificación con el otro.
Por eso, el hombre es, sí, un ser racional, pero también siempre, y de forma ineludible, un ser de afectos.
Debe quedarnos bien claro que solos no seríamos capaces de sobrevivir. Necesitamos transformar la naturaleza, para nosotros hostil, en un lugar apto para la vida y para ello es muy útil la razón. La razón nos permite dominar el entorno, el mundo objetivo. Pero el mundo de lo subjetivo es diferente, y para vincularnos con nosotros mismos y con los demás, tenemos otra capacidad que nos transforma en seres gregarios: los sentimientos.
Gracias al lenguaje nos podemos expresar. Expresamos nuestra inteligencia racional y nuestra inteligencia emocional a través de las palabras.
La razón es una herramienta de la conciencia, pero nuestros sentimientos son, las más de las veces, inconscientes. Este es el gran descubrimiento de Freud: no todo es razonable y lógico, existen otras razones y otra lógica que organizan nuestro mundo interno, emocional y afectivo. Por desgracia, hemos categorizado nuestras habilidades, y por supuesto la razón nos parece mucho más poderosa que los sentimientos. Ningun Banco nos otorgaría un crédito porque sentimos ganas de hacer el amor bajo techo: no es razonable.
Los sentimientos sin embargo son el verdadero motor que nos hará levantarnos todas las mañanas para dar de comer a nuestros hijos: ¡Aunque en realidad no tiene nada de razonable que un macho fuerte y joven, quien podría copular con cualquier hembra, decida compartir el producto de su esfuerzo con sólo una, ofrecerle fidelidad, y como si esto fuera poco, también mantener a las pequeñas crías que nunca le pagarán lo invertido!!
Como ven, el mundo no está organizado de manera razonable, aunque cualquiera comprende que es muy lógico enamorarse, casarse, trabajar para mantener a la familia.
Aunque no seamos conscientes de ello, la “letra chica” del contrato social no está escrita con la tinta de la razón, sino de las emociones, de los sentimientos, de los afectos.
Como decíamos más arriba, se trata de un fenómeno cuyos aspectos son, en su gran mayoría, inconscientes.
Así que, cuando hablamos de “lógica de los sentimientos” estamos hablando también, en gran medida, de una lógica del inconsciente. Una lógica que, como en su momento verán en la materia correspondiente, es un tipo especial de lógica.
Una lógica que es diferente de la “razón”. Pero si una lógica que tiene que ver con los aspectos comunicacionales del lenguaje. Es cierto que existen leyes de la lógica, que determinan la correcta relación entre los términos, pero esa no es la lógica que nos interesa cuando hablamos de una “lógica de los sentimientos”, ya que se trata de relacionar los diversos elementos de la mente.
Cuando Descartes dijo “pienso, luego existo”, condicionó, erradamente, "vida" con pensamiento consciente. Olvidó decir que también existo allí donde puedo no pensar sino sentir. Es cierto que del pensamiento consciente depende la conciencia de la existencia, pero bajo ningún concepto la existencia en sí, como fácilmente podemos darnos cuenta.
Esta visión cartesiana pesa sobre nuestra cultura hasta el punto de establecer categorías entre lo que se siente y lo que se piensa, separando lo que en realidad está, por definición, unido. La salud mental, y el bienestar dependen tanto de la razón como de los sentimientos. Los sentimientos, seamos o no conscientes de ello, están presentes en nosotros todo el tiempo, lo querramos o no, lo reprimamos o no. Más aún: reprimir también es un sentimiento, pretender que nuestra vida se rige exclusivamente por la razón es un pensamiento que surge de la necesidad de control, que surge del miedo, que es un sentimiento.
En Psicología Social hablamos de la necesidad de integrar el "pensar" con el "sentir" y el "hacer". Y cuando una conducta niega uno de los aspectos inherentes al hombre, sea el pensamiento o sea el sentimiento, decimos que la conducta está disociada.
Cuando hablamos de integración estamos hablando de salud mental, y cuando hablamos de disociación estamos hablando de padecimiento. Por eso es necesario unir ambos términos: lógica y sentimientos para ser capaces de expresar aquello para lo cual aún no tenemos palabras.
Las artes son construcciones de lenguajes para expresar sentimientos. Y son lenguajes muy complejos, que obviamente no dejan de lado la razón, sino todo lo contrario, la amplían.
Pensemos por ejemplo en la teoría de la Gestalt, la cual estuvimos trabajando un poco: no se trata de una teoría descubierta por científicos sino por artistas, artistas que se reunían en una Escuela Industrial: la Bauhaus, en Alemania.
¡Y fíjense como se pudo elaborar una teoría que después sería de tanto beneficio para la ciencia!
Claro que es mucho más fácil controlar la razón que los sentimientos. Cualquiera conoce a alguna de esas personas que manejan muy bien el lenguaje y que con brillantes argumentos pueden casi hacernos creer aquello que sabemos que no es cierto. ¡Y esto pasa porque la razón puede equivocarse, pueden “convencernos” con lindos y falaces argumentos! También es muy frecuente que usemos este mecanismo con nosotros mismos y terminemos por ver aquello que nos conviene, negándonos a aceptar cualquier otra evidencia en contra.
Los sentimientos en cambio son la expresión de verdaderos procesos de la vida vincular, refiriéndonos tanto al vinculo interno (nuestro mundo interior, replica del exterior) y al interpersonal. Nuestra mente propone escenarios, ensaya conductas: nuestras emociones eligen. Como dice Alfredo Moffatt. la mente es una máquinita de "futurar", es decir de pre-ver los acontecimientos para acompañarlos o evitarlos. El miedo y el deseo nos señalan la elección.
Si analizamos el lenguaje, podemos encontrar un hecho curioso: la palabra "corazón" lse usa para expresar emociones. Asi, decimos "de corazón" "dar el corazón" "el corazon roto" o "henchido de alegría" etc. Pero, si descomponemos la palabra coraz{on, vemos que est{a compuesta de un prefijo: "co" que significa "compañía" y !La palabra RAZON!
Como si, de tiempos inmemoriales, el lenguaje fuera portador de un mensaje: unir corazón y mente. PENSAR-SENTIR-HACER
Bien, por hoy, hasta aqui llegamos. Un abrazote enred!!!! Ada.

Instituciones I

Instituciones I
Lic. Ada Fanelli
Introducción a la Psicología Social
clase VII

Hola a tod@s!!!! Buenos tiempos virtuales!!!! Sigue haciendo mucho frío en Buenos Aires. Hoy es veinticincode mayo, Día de la Libertad en la República Argentina. Si este espacio no fuera virtual estaríamos muriéndonos de frío en el patio cantando el himno o Aurora. Estos son mis recuerdos y mis imágenes de algún lejano dia como este en una escuelita de Lomas de Zamora, en la que hacía tanto frío. Y si yo fuera una nena como entonces, con picardía, en vez de cantar “¡Oid mortales el Grito Sagrado!” intentaría una transgresión culposa entonando

“Veinticincodemayonaciouncaballolevantolacolalayapareciounzapallo!”

Y me hubiera sentido muy feliz por que seguramente estarían también riendo mis compañeras.

Bien: Hoy vamos a hablar de Instituciones, y aquí tenemos todo lo que necesitamos acerca del tema.
¿A qué les suena la palabra “Institución? ...instituto, instalado, impuesto....frío, fíjense que son las imágenes que surgen en mi cabeza justo cuando me siento a dar la clase sobre instituciones: frío, impuesto, transgresión. Vayan tomando nota de las cuentitas que ahora vamos a armar el collar.
También 25 de mayo, escuela, himno, y si seguimos, escarapela, bandera, etc....etc...etc...
Todas esas palabras representan instituciones, de distinto tipo,pero instituciones.

Queda claro si decimos escuela. A nadie se le escapa que la escuela es una institución, pero ojo, un tipo determinado de institución, diferente del Veinticinco de Mayo, el Himno o la Bandera, que también son instituciones. (Uy Ada, que ensalada me armaste ahora.)
No se preocupen, una ensalada que adquirirá unidad en cuanto le pongamos sal, aceite y vinagre, que de todo tienen las instituciones.
Las instituciones, podríamos decir que son las cajitas de un mueble que se llama “cultura”.
No hablamos de la cultura que se adquiere “leyendo muchos libros”, esa es una acepción popular de la palabra cultura que no nos interesa en este momento. Aqui nos referimos a cultura en el sentido antropológico, o sea, como el conjunto de capacidades, habilidades, usos y costumbres que un pueblo o grupo transmite de generación en generación y que hace posible la vida”.
Pues bien. Relean esta frase por favor. ¿Ya está? Bien, ahora seguimos.
La institución, en sentido general, es el lugar donde esa cultura se conserva y transmite. Los cajoncitos del mueble.
Si ya incorporamos la imagen, vamos a entender mejor que instituciones hay de todo tipo, porque los cajoncitos tienen contenidos muy variados. Por eso los “institucionalistas” que son los señores que estudian las instituciones no se ponen de acuerdo en su clasificación.
Sin embargo, y como ya saben que es mi costumbre de psicóloga social, me interesa que mis alumnos perciban la realidad mas que su clasificación. Eso vendrá después.
Bien. Volvamos a las instituciones. Si forman parte del mueble “cultura” podemos suponer que están hechas de la misma madera, es decir, que también sirven para mantener y transmitir. Y así es.
El principal objetivo de las instituciones es mantenerse en el tiempo, por eso son siempre conservadoras.


¡Fanelli! Salga de la fila y vaya a dirección, como se le ocurre cantar esa guarangada en medio del acto ante las autoridades de la institución y los señores padres aquí reunidos!

Que cabeza la mía!!!!Como se me habrá ocurrido cantar veinticinco demayonaciouncaballo.....ahora van a llamar a mi vieja y me mata!!!

Las instituciones tienen (son) un conjunto de reglas que aprendemos a respetar desde que somos muy chiquitos. Son solidarias entre si, escuela, familia. Fijense que en el pensamiento de Ada-nena surge inmediatamente la idea de muerte. “me mata”. ¡Porque el repudio de la institución familia para un chico es la muerte!!! Y eso, queridas alumnas, queda inscripto en el inconsciente para siempre. Es decir, que las instituciones, si no las obedecemos, nos amenazan con la muerte, que es aquello de lo que se supone que nos iban a cuidar!!!!!
¿No les parece siniestro?
A Pichón también le parecía siniestro.
El uso perverso del poder que confieren las instituciones hace surgir lo siniestro que hay en todos nosotros, aquello que preferiríamos olvidar. Que somos animales que con esfuerzo se domestican a si mismos. Y que esa violencia que reprimimos puede ser siniestra. O al menos eso creemos, por eso la reprimimos.
Bueno, hagamos un corte para ver si se va entendiendo. Tómense un cafecito mientras yo voy a ver como va mi locro del 25.



¿Ya está? Bien, ahora vamos a organizar un poquito la ensalada:

Institucion es un conjunto de reglas consensuadas y transmisibles que permiten la permanencia de una determinada organización.

Fijense que “regla” implica la represión, porque seguir las reglas es no hacer lo que se me da la gana, o sea, reprimir una cantidad de energía (a la que llamaremos pulsión).
O sea que, en un principio, la Institución trabaja para la vida, aunque también puede pervertirse, como ya hemos visto, y trabajar para la muerte. Eso es lo siniestro; que abajo de la vida está la muerte. ¿Que es lo que reprimimos? Lo que tememos. Y si eso que escondemos de nosotros mismos retorna....guaaaaa......que miedo, es SINIESTRO.
¿Y por qué tememos? ¿Qué es lo que tanto tememos? ¿Qué es lo que no queremos saber?
Ah...es muy triste... Lo que sabemos, lo único de nuestro futuro que sabemos a ciencia cierta, es que vamos a morir. No, no hablemos más de eso.
Eso, eso es....
SINIESTRO

Por eso ya Freud hablo de Eros (pulsión de vida) y Tanatos (pulsion de muerte). Entre esos extremos se desarrolla la escena. Las reglas, las normas, las instituciones que cuidan la existencia de esas reglas, nos protegen de la muerte. Pero.....a veces fallan, se transforman ellas mismas en la muerte, como bien lo sabemos.

¿Cuando y como ocurre esto? Cuando la institución no es lo suficientemente flexible como para amoldarse a las demandas del medio. Fíjense que con este concepto se nos complejiza más la cosa. Porque quiere decir que una institución que debe conservar, también tiene que ser lo suficientemente flexible como para cambiar.
La vida es flexible. Los orientales dicen: El árbol joven parece débil, pero se inclina ante la llegada de la tormenta y se pone de pie cuando ya paso, en cambio el árbol viejo parece fuerte, pero cuando cae ya no hay retorno.
Decimos que las reglas deben ser consensuadas, porque de lo contrario, en vez de generar paz generan conflicto. Las nuevas instituciones nacen de las viejas instituciones, como el árbol nuevo es hijo del árbol viejo. A las nuevas instituciones las llamamos revolucionarias, a las viejas las llamamos conservadoras. Son dos momentos de la vida.
El 25 de mayo hubo una revolución. Para que fuese posible una revolución tenía que haber un grupo (las revoluciones siempre son hijas de un grupo) el grupo que se reunía a conspirar en la jabonería de Vieytes. A esos grupos y a esas personas que son capaces de percibir la necesidad de un cambio les decimos instituyentes. A quienes prefieren conservar lo establecido les decimos instituidos. Hay momentos que son instituyentes y otros que son instituidos, hay épocas revolucionarias y otras conservadoras.
Fíjense: ahora mismo, como estamos viviendo una época de grandes cambios, encontramos los dos tipos de personalidades, y frecuentemente ¡Cambiadas! Hay muchos chicos jóvenes que son más conservadores que sus padres. Por qué? Porque hemos vivido muchos cambios en la organizacion social, cambio de reglas en los espacios ya existentes,la familia, la escuela, el Estado, y el surgimiento de nuevos espacios: lo virtual, lo global, etc. !Y parece que lo mas revolucionario es conservar!
Deberán surgir nuevas instituciones, nuevas formas de entender el mundo, que no son sino nuevas adaptaciones para hacer posible la vida.
Resumimos:
Institucion: conjunto de reglas (saberes) para hacer la vida y mejorarla.
Ej. La Psicolog{ia Social
Instituido: Momento de conservar.
Ej. Las reglas de tránsito
Instituyente: Momento de cambiar.
Ej. La Revolución del veinticinco de mayo (en su momento).
Organización: El aspecto material, físico, de las Instituciones.
Ej. De diferencia entre Institución y Organizacion:
Institucion: La educación escolar
Organización: La escuela N 5, distrito escolar 6, en la calle Moreno, donde trabajan xxx docentes y a la que asisten xxx cantidad de alumnos, donde funciona una a cooperadora (otra institucion) organizada por xxx cantidad de padres, etc.....

Estoy tratando de que nos manejemos con ejemplos porque es un tema sobre conceptos abstractos, pero que tenemos que visualizar para poder comprender y aplicar.

Hablar de Instituciones siempre nos genera conflictos Epistemológicos y epistemofílicos. Porque?
Porque el tema instituciones es un tema absolutamente personal. Nacemos vivimos y morimos institucionalizados.
La familia es una institucion, nacemos en ella, la moda es una institucion, nos vestimos según sus dictados, circulamos por instituciones, nos atraviesan y las atravesamos.
Renee Kaes, un psicoanalista frances, especializado en el tema institucional, suele decir, acerca del momento instituyente: “Todo creador de instituciones es un forajido”.
Les doy un ejemplo. Me asombró mucho, estando en España, que consideraran a San Martin como un traidor. ¡Y viéndolo del lado de ellos lo fue! Estaba en el ejercito español y después se paso al americano, utilizando lo aprendido en contra de los españoles!
Desde mi punto de vista, y esta teoría es mía, creo que el hombre se define por su capacidad de crear instituciones de todo tipo. Las instituciones son el espacio físico y mental donde vivimos, crecemos, nos reproducimos y morimos.
De la capacidad que tengamos para crearlas, instalarlas, cuidarlas y “hacerles el mantenimiento” depende nuestra permanencia en el planeta, porque son el vehículo que nos transportará al futuro.
Son una empresa colectiva, no existe la institución de uno solo, porque justamente lo que las instituciones reglan es la convivencia y la cooperación. Las hay más autoritarias y las hay más democráticas.
Las autoritarias son regresivas, porque responden al modelo familiar que es, por definición, autoritario. No se me asusten, la familia, que es la institucion primaria, es autoritaria porque “impone” las reglas de la cultura a los nuevos integrantes. No podría ser de otra manera, porque esa imposición es imprescindible para la transmisión de saberes (o a alguien le preguntaron en que idioma quería hablar?. Y fíjense que aquí radica un problema que podríamos considerar semántico. Porque cuando se habla de una familia democrática, como reflejo de una sociedad democrática, esto no quiere decir que los hijos puedan opinar acerca de todo ni que las decisiones se tomen por mayoría. De ser así, terminaríamos todos comiendo chupetines, papa fritas y cheezitos. ¡Con lo dientes y el estómago arruinados poco después!
Lo que quiere decir el concepto de familia democrática es que la organización familiar debe considerar los intereses de todos, y no sólo de algunos de sus integrantes, quiere decir que la violencia de los más fuertes sobre los más débiles queda excluida como método de educación o corrección.
Una familia donde los padres no ejercen el poder (poder hacer, poder guiar, poder enseñar) no es democrática, es laisse faire, es decir “cualquier cosa vale”.
No podemos negar que estamos viviendo momentos de anomia ( que quiere decir cosa sin nombre) porque atravesamos grandes cambios, momentos en el que muchas cosas nuevas esperan su bautismo.


En fin, el tema me gusta, como podran ver. Jeje.
Espero haber conseguido entusiasmarlos también a ustedes.

Besotes y Buenos tiempos virtuales!!!!!!!!! Ada.

Instituciones II

Introducción a la Psicología Social
Clase VII -2 Instituciones
Ada Fanelli

Hace varios miles de años, en algún lugar de Africa, oculto entre el follaje, vivía un extraño animal, casi pelado e indefenso.
Las hembras despiojan a las crías. De vez en cuando un revuelo en el grupo avisa que hay dos machos peleando por una hembra. Nada haría suponer que está a punto de abatirse sobre ellos una terrible trajedia: la sequía, y con ella, la falta de alimento.
El hambre empujó al hombre de su habitat seguro, el miedo lo obligó a erguirse sobre sus patas traseras para otear el horizonte, y el amor le inspiró el compartido banquete después de la cacería.
Necesidad, miedo, amor: ¿Qué más hay en la vida? Qué más necesitamos para vivir.
Las hembras parieron sus crías prematuramente y las estrecharon contra su pecho. Mucho tiempo, tanto como para que la profunda huella del recuerdo quedara marcada para siempre en la memoria del hijo. Paraíso perdido y añorado, inspiración, esperanza.
Fuera del útero acechan la vida y la muerte, entremezcladas. Esos animales descalzos se tomaron entonces de las manos e hicieron una rueda, y se mecieron y se acunaron mutuamente. Al alejarse, añoraron el retorno, y entonces, en ese sitio pusieron una piedra, y muchas otras piedras para trazar el camino de vuelta al hogar, a la ronda, al fuego, a la comida tribal, a la seguridad de lo conocido. Un sitio donde guardar los miedos, donde tejer, donde sembrar, cocinar, hacer el amor. ¿Qué más podemos pedirle a la vida?
La primer aldea, el paraíso reencontrado, el útero.
Pasó mucho tiempo. Y muchas cosas cambiaron, pero el miedo, el hambre, el amor, permanecen, y aunque el aspecto de la aldea ya no es el mismo y aunque ya, muchas veces, ni siquiera se parece a una aldea, los seres humanos seguimos apelando a la misma estratejia para sobrevivir: Creamos instituciones-útero-madre-ronda-aldea para guarecernos de la intemperie, herederas de un pasado que puede leerse aún en los huesos desordenados de nuestra columna vertebral. Las instituciones, tan idealizadas y denigradas como la madre, alimentan y demandan alimento, se reproducen, envejecen, mueren. Están vivas.
Tampoco nosotros podemos vivir sin instituciones y nada es más difícil que convivir en ellas y-o con ellas. Por eso creamos reglas y nos organizamos, en una estrategia para ganarle al desorden y la muerte.
Las instituciones no siempre poseen una representación física específica, como una escuela o una familia, sino que pueden ser tan abstractas como la lengua, la ciencia, o festejar el cumpleaños. A medida que pasó el tiempo el hombre dio a sus instituciones formas distintas y complejas, las dotó de un orden. Una de las definiciones que podríamos dar a la institución es el de ser un conjunto de normas que permanecen en el tiempo..
Cada uno de nosotros atraviesa y es atravesado simultáneamente por distintas instituciones a las que pertenecemos o con las que nos relacionamos. Pocas veces pensamos que las instituciones nos pertenecen y en cambio buscamos pertenecerles. La vida en las instituciones está sistematizada, aunque a veces sus reglas ni siquiera son escritas, y además cambian permanentemente, como ocurre por ejemplo, con la moda.
Las instituciones que mencionamos más arriba, como una escuela, una familia, un club de fútbol o un negocio de ropa son la expresión de otras instituciones: la educación para la escuela, la familia para una familia, el deporte para un club, o la moda para la “boutique”.
Prácticamente todas las expresiones humanas y todas las conductas están institucionalizadas, aunque muy pocas veces nos detengamos a pensarlo. Las instituciones por lo tanto nos protegen, pero también nos obligan. Estamos forzosamente institucionalizados. Incluso hay instituciones para los que no pueden o no quieren institucionalizarse, y son los manicomios y las cárceles. Dentro de la organización de las instituciones (a la que solemos llamar “el sistema”), existen roles preestablecidos que muy pocas veces elegimos. En una escuela el rol de alumno, el de maestro, el de director. A veces podemos escoger pertenecer o no a una institución, pero en caso de hacerlo deberemos someternos a las “reglas del juego”. Un alumno no puede elejir ser director, puede en todo caso, aspirar a ello, siempre y cuando cumpla con los requisitos exigidos, lo cual ( ya es sabido) puede insumirle la vida entera.
Maturana representa a las instituciones utilizando una metáfora del sistema nervioso. Las neuronas se comunican entre sí, pero los impulsos que ingresan por las dendritas de una neurona son de incumbencia de todo el sistema, mediante una compleja comunicación instantánea de sinapsis y arco reflejo. El sistema es cerrado, aunque tiene un adentro y un afuera y recibe estímulos tanto del interior como del exterior, y ambos en el mismo nivel de importancia e diferenciación, porque no hay categorías para el dolor, no importa si viene de un ataque al hígado o si me corté con un cuchillo. Y sea cual sea, compromete la alerta de todo el organismo. Otra característica del sistema nervioso es que cada neurona vive mientras está en él, si es apartada, el sistema se cierra nuevamente auto reparándose y restableciendo el circuito.
Se trata de una imagen institucional-social que no se le escapa a los publicistas, hay una tarjeta de crédito que ofrece “el privilegio de pertenecer”. Un privilegio, sin duda, pero también y fundamentalmente, un derecho. Nadie debía poder ser aislado del sistema, porque el aislamiento representa para el hombre, como para la neurona, la muerte. También representa la enfermedad institucional. Una institución está enferma cuando en vez de favorecer la vida se pone al servicio de la muerte. Esta patología puede afectar a instituciones saludables, aunque existen algunas que ya nacen enfermas, porque son concebidas para la muerte y no para la vida, como el K.K.K. o la maffia, por ejemplo.
Por lo general, cuando una institución enferma, la enfermedad no afecta por igual a todos sus miembros, y por eso algunos son capaces aún de pedir ayuda. Y a veces, resulta y tienen éxito.
Pues bien: me había comprometido a contarles en estas clases qué es lo que hace un psicólogo social: ¿se lo imaginan?
A diferencia de las neuronas que están condenadas, los seres humanos cuando quedan aislados tienen, aunque con muchas dificultades, es cierto, la posibilidad de reunirse nuevamente y generar nuevas instituciones, si logran percibir a tiempo las señales del mal funcionamiento. En eso trabajamos los Piscólogos Sociales: en las instituciones, para las instituciones, dentro de las instituciones, junto a las instituciones, escuchando, percibiendo, observando, ganando tiempo. A veces, expulsados de las instituciones.
Alguna vez me contaron que en los primitivos submarinos, a falta de tecnología adecuada, llevaban un conejo como mascota. La utilidad del animalito era que percibe antes que la raza humana la falta de oxígeno. Si el conejo se asfixiaba, había que emerger rápidamente, porque las próximas víctimas iban a ser los tripulantes, el tiempo se había terminado.
Aunque debemos hacer la salvedad de que la unidad de trabajo no es el sujeto-conejo (del que se encargan la medicina y la psicología) ni la institución (para la que existe otra especialidad que es el analista institucional) , sino los vínculos con que los sujetos constituyen el grupo.
Toda institución está conformada por grupos, aunque más no sea, por un grupo de dos, como la pareja, base indispensable para la familia. Cuanto mayor es la institución, mayor cantidad de subgrupos la integran. Grupos de pares, grupos interdisciplinarios, grupos de colegas, grupos de trabajo, etc. El grupo media entre el sujeto y la institución.
Hemos visto que el antecedente de la institución, la primer institución y la más importante, es la familia, una institución muy especial, porque al mismo tiempo es un grupo. Un grupo de características,también, muy especiales, porque todos sus integrantes son diferentes entre sí, (mamá-papá-nene) y es recomendable que así sea: Gracias a la diferenciación de los roles se produce su funcionalidad y su misión se hace posible.
La misión de la familia es continuar la tarea del útero en la crianza del ser humano, que ya hemos dicho, nace inmaduro. Pero no sólo en la infancia, la familia también debe contener y sostener a los otros miembros adultos o ancianos, motivo de roles funcionales e intercambiables. Quienes fueron cuidados ahora serán cuidadores, integrándose a un proceso natural de vida
Podemos decir que las distintas instituciones surgen a partir de la especialización de algunas funciones familiares. La familia nutre a sus integrantes, los protege, los educa y les brinda afecto. La familia es el grupo-núcleo primario. Cuando los más pequeños crecen, van ingresando a la sociedad a través de las distintas instituciones, la educación en la escuela de la esquina, el sistema de salud en el hospital, la religión en la iglesia o el templo, la economía, el dinero, etc. etc. etc.. Instituciones todas que trabajarán más o menos coordinadamente para socializar al niño. Pero las familias también se protegen, se defienden y atacan a otras familias. Todo no es tan idílico, y de allí surgen instituciones como el ejército, en el que se reúnen los hijos jóvenes varones de familias con intereses comunes a entregar la vida en sacrificio por el grupo (que no solo la acepta, también la exige).
Así que miren que importante es el trabajo que las instituciones realizan y qué importante el trabajo de esta institución, la Psicología Social, al favorecer la Salud Mental de los grupos y sus integrantes cuyo destino es colaborar en la creación y sostén de instituciones saludables. Ahora comprenderán porqué cuando les mandé hacer el trabajo de observación de grupos o instituciones les indiqué que no debían utilizar la familia, ni propia ni ajena, pues el análisis se torna específico y complejo.
De la historia familiar depende la historia del sujeto, presente y futura, dicho tránsito condiciona su aprendizaje, su personalidad, sus gustos y aspiraciones.
Junto a la familia hay otra institución igualmente importante y de la cual también depende nuestra pertenencia y nuestra salud mental, y es el trabajo. El trabajo se realiza siempre en instituciones y genera nuevas instituciones. Una empresa, una práctica profesional, un sindicato, un ministerio, son instituciones del área laboral. Su función es generar trabajo y riqueza material y espiritual para todos. Una sociedad cuyas instituciones no cumplen con este cometido, es una sociedad destinada al fracaso. Sus circuitos se harán más estrechos y los excluidos darán cuenta de la enfermedad social.
Si, nuestras instituciones están seriamente averiadas, porque hay demasiadas personas por fuera del sistema, y eso es fatal, no sólo para los afectados, sino porque da cuenta de la inoperancia de nuestras instituciones y de la necesidad de transformarlas.
¿Por qué ocurre esto? Niños y viejos abandonados a la intemperie, padres de familia desocupados, madres pluriempleadas en la casa y fuera de ella. Escuelas sobreviviendo a la buena de Dios, ya que deben soportar el peso del fracaso de las instituciones adyacentes: a los costados, la familia, la empresa, por encima, el Estado, por debajo, la infancia. ¿Ven de que manera en cada situación está implicado todo el sistema? Y desde luego no se trata de una cuestión exclusivamente económica, porque si bien importa, no alcanza con el efectivo (nunca alcanza) para resolver el problema. Mientras los niños pobres son abandonados en las veredas, las plazas y los subterráneos, los niños ricos son encerrados en parques privados, obligados a competir ferozmente entre ellos por la nota escolar, así como competirán luego laboralmente, cuando sean adultos. Desechados también los más sensibles, y medicados en consecuencia. Se calcula que el 10% de nuestros niños (3 ó 4 por grado) toman o tomarán medicación psiquiátrica antes de la adolescencia. !Un tema acerca del cual no me cansaré de advertir!
Mucho trabajo para los psicólogos sociales. Estamos en un momento de grandes cambios. Tantos que aún no son absorbidos por la mayoría de nosotros y menos aún por nuestras instituciones. Cuáles de ellos son útiles, cuáles será necesario descartar...ese es el trabajo para hacer, y si no tomamos conciencia todos, nuestras instituciones seguirán expulsando a la gente.
Obviamente al respecto hay muchas teorías y múltiples análisis. Vamos a intentar una mirada desde una perspectiva generalizadora que nos permita comprender el cambio que se está produciendo a nivel macrosocial.
¿Qué es lo que está cambiando? Nada más ni nada menos que la estructura de producción institucional, es decir, el modo en que las instituciones hacen y se hacen institución. Quién dice qué se hace, como se hace, cuando se hace y fundamentalmente para quién se hace. Es decir, el ejercicio del poder. Hagamos un poquito de historia, una señora que siempre está invitada cuando se habla de instituciones.
Todos conocemos los cambios que se produjeron alrededor del s. XVIII en la organización social. El punto culminante podemos considerar que fué concebir la posibilidad de una forma de gobierno democrática, con el advenimiento de las Revoluciones Americanas y Francesa.
Para comprender la importancia de este hecho tenemos que remontarnos aún más en el tiempo, a las épocas en que el hombre descubrió (o inventó) la ganadería y la agricultura. Hasta entonces, su medio de subsistencia había sido la caza, la pesca y la recolección, pero a partir de la importancia de la tierra, se bosquejó un diseño de organización social diferente. El cazador pasó a ser guerrero, a defender la parcela. La prole se transformó en mano de obra para la siembra, la cosecha, el pastoreo y en soldados para los ejércitos. La mujer, procreadora, se transformó en un valioso bien, propiedad del padre de familia. Ese padre de familia sería luego señor feudal, rey, patrón y los sacerdotes lo enaltecerían asemejándolo a un dios.
Quedaba instalada de esta manera la circulación del poder en la organización social: el padre en la cabecera, el rey en el trono, y dios en el cielo, legitimándolos a ambos. La caída del rey en la Revolución Francesa arrastraría, en el siglo siguiente a dios, de quién Nietzche proclamaría la muerte, y casi de inmediato la Revolución Rusa instalaría la dictadura del proletariado (los hijos) y el Estado ateo. Sin llegar a tanto, muchas comunidades separarán el poder divino del humano.
Y un tiempo después, ya bien dentro en el s XX, no harían falta más que el psicoanálisis y el feminismo para profundizar los cambios, obligando al padre a compartir su lugar en la cabecera con su esposa, quien ya no aceptaría ser considerada como un objeto, propiedad del marido, el padre o los hijos varones. La estructura del poder vertical, absoluto, indiscutible, parece haber iniciado una decadencia sin retorno, pero también sin paz, lo cual constituye la revolución más grande desde el neolítico, más o menos. Los cambios lo afectan todo, y cuando digo todo, quiero decir todo. Los vínculos, la identidad, la producción, la salud, los conceptos que la cultura creyó inamovibles y por los que se rigieron las sociedades, están cambiando.
De a poco, porque no es un texto fácil, pueden ir conectándose con “Totem y Tabú”, de Freud. Allí el gran maestro expone de qué manera se produce esta transformación, por otro lado inscripta en nuestro inconsciente desde el fondo de los tiempos, arquetipo de todos los cambios sociales. Al derrocamiento del poder autocrático del padre de la tribu le sucede una época de anomia (sin ley) en la que todos los herederos luchan por ocupar el sitio vacío, hasta que toman conciencia de que, en caso de continuar así, no solo nadie gana sino que todos serán destruidos en la lucha fraticida. Sentido común mediante, e instinto de conservación, comprenden que, para sobrevivir, deberán negociar.
En este momento la vieja mesa de roble con sillas de altos respaldos en la cabecera está siendo reemplazada por una redonda, más moderna y funcional, pero no es sencillo y reina la confusión. Muchos hombres prefirieron desertar antes que entregar sus insignias, o tal vez no saben qué hacer sin ellas. Las mujeres que los reemplazaron, aunque al principio parecían felices, frecuentemente se muestran hartas y cansadas. Aunque algunas conservan a su lado una silla vacía, no parece que nadie tenga gran interés por ocuparla. Los hijos....bueno ¡los hijos son otro tema! Ellos darán cuenta de sí mismos a lo largo del siglo que recién empieza.
Y si dentro de la familia el cambio de orden está produciendo estos conflictos, imaginen otras áreas. En su caída, el patriarcado arrastra un orden, con sus reglas y estilo de convivencia. Todos nos quejamos de la corrupción,como si viniera del cielo y nada tuviera que ver con nosotros, y si bien nadie quiere ocupar la cabecera familiar, todos parecen querer sentarse en el sillón del gerente, sucedáneo del patrón que a su vez parece haber reemplazado al padre, al rey y, por qué no, a Dios, requerido de entre las cenizas por viejos y nuevos cultos. Quienes consiguen el sitio de honor, sin embargo, se quejan de úlceras y somatizaciones varias, stress y terror a envejecer y morir.
Si algunas instituciones se debilitaron hasta casi desaparecer, otras nuevas surgen, crecen y se muestran lozanas y funcionales, aunque a veces no hayan demostrado del todo su eficacia. Tomemos como ejemplo, la moda joven.
Lo que ha durado mucho tiempo ya no es utilizable. El cambio debe llevarse a sus últimas consecuencias y todo debe cambiar sin envejecer, sin siquiera madurar.
La adolescencia y la juventud, recientemente descubiertas (o reinventadas) no ya como una etapa de la vida, sino como un estado al que hay que pertenecer o desaparecer. O sea, una institución con sus reglas estrictas y sus excluidos y expulsados. Color de cabello, peso, aspecto personal y del vestuario, tersura de la piel: el hábito uniforme de los fieles de una religión que incluye ritos y ofrendas sacrificiales a dioses e ídolos impuestos a todos, a consecuencia de lo cual nos encontramos exactamente en el polo opuesto de donde queríamos estar.
Si lo viejo fue juzgado autoritario y descartado por rígido y estereotipado, ahora el modelo es la eterna juventud, otro estereotipo al fin.
Un mundo siempre nuevo es un mundo sin historia, y ya sabemos que quienes no recuerdan su historia están condenados a repetirla. Por ello, aunque nuestras instituciones se dicen democráticas, no consiguen evitar alternativos rebrotes de autoritarismo y momentos de laisse faire.
El hombre, aquél ser frágil y pelado, sin garras, hambriento, aunque ahora al fin ahíto, debe enfrentar un nuevo desafío. Aparentemente, se trata de la misma vieja enemiga: la naturaleza. Sólo que ahora no nos espera agazapada entre el follaje, sino en el espejo. ¿Seguiremos considerándola nuestra enemiga?, ¿aceptaremos hacer las paces y vivir en armonía con ella? ¿seguiremos la lucha hasta matar o morir?
Los jóvenes (los de verdad, no los pendeviejos) enarbolan estandartes de color verde, color escogido como símbolo de la salud. Ojalá tengan suerte.
Nosotros, por esta clase, que me parece bastante densa, hasta aquí llegamos: Hemos hecho un recorrido por el hombre, las instituciones creadas por él para salvarse de la extinción, y las reglas que busca y a veces encuentra para convivir pacíficamente dentro de ellas.
El cambio en la organización interna de la sociedad reflejándose en el cambio de las instituciones que como un panal conforman la sociedad, pero un panal cuyo dibujo no es estático ni repetido, sino en permanente movimiento, porque no somos abejas ni avispas.
El hombre enfrentado a su obra. Desafiando a su obra, desafiado por sus obras.
Yo misma estoy culminando el propósito de acompañarlos en este desafío. Hace dos meses era nada más que un sueño, hoy tiene existencia propia. La próxima clase será la última, me bajaré del tren y ustedes continuarán su viaje, con otros guías que los ayudarán a descubrir nuevos paisajes.
Dentro de una semana estaré en el andén agitando un pañuelo blanco pero hasta entonces queda el último tramo del recorrido en este espacio que fuimos construyendo juntos, primero, en nuestras cabezas, después, en la realidad.
Hace dos meses no nos conocíamos, ahora los extraño cuando por un par de días no nos encontramos, porque eso es lo que le pasa a la gente cuando anda junta.
Si me pasa sólo a mi, es que estoy un poco loquita. Si también les pasa a ustedes, estamos generando vínculos:

I N S T I T U Y E N D O

Nos vemos.

Un abrazo grupal a todos.

Ada.

Interjuego entre el hombre y el mundo clase VI-2

Introducción a la Psicología Social
Clase VI-2
Interjuego entre el hombre y el mundo.
Lic. Ada Fanelli


¡Hola a todos! Estuve leyendo los trabajos sobre resiliencia, pocos por cierto.
El tema genera ciertas ansiosas expectativas, que intentaremos despejar en esta clase.
Nos podemos preguntar, ya que vivimos en una sociedad bastante defectuosa, como luchar contra sus males, resolver problemas y cómo posicionarse para el cambio. Cómo enfrentar la enfermedad, en definitivas cuentas.

Pues bien. Vamos, nuevamente a recordar que la Psicología Social es una Epistemología Convergente, es decir, que nos brinda la oportunidad de posicionarnos desde distintos lugares para obtener así una mirada más abarcante. ¿Recuerdan?.
Ahora bien, trabajar desde una epistemología convergente no es sólo eso, es fundamentalmente la construcción de una nueva mirada que va más allá de la suma de “miraditas” individuales o parciales para construir una “gran mirada”.
En realidad estamos hablando de dialéctica, porque el conocimiento se construye de forma dialéctica, considerando que:


El saber es más que la suma de sus partes porque la cantidad deviene calidad.


Vamos a explicar esto para todos de una manera que, espero, resulte sencilla y comprensible.

El método dialéctico es una manera de interrogar a la realidad, una forma de abordar obstáculos para generar aprendizaje. Pero este proceso no se construye en soledad, sino mediante la comunicación, que nos permite la cooperación y la integración social, es decir, la construcción de la comunidad humana.
Cuando yo me comunico soy, al mismo tiempo, emisor y receptor, es decir que voy sumando información a la que ya tengo. Pero ADEMAS y de forma que a veces no percibimos, se va construyendo un canal, al que llamaremos vínculo: Ese VINCULO es el objeto de estudio de la Psicología Social.
A través de ese vínculo se construye la TRAMA SOCIAL. Cada uno de nosotros, cada institución, cada grupo humano, es un nudito en esa red, de mayor o menor tamaño, pero siempre con la doble función de recibir y de emitir información.
Ojo, no estamos aquí hablando de información sólo en el sentido de la información que traen los diarios, sino que decimos que


toda conducta humana es información y construye conocimiento.

La forma de reaccionar ante un evento puede transformar ese evento en una crisis, o no, por ejemplo. (Qué bien entienden esto los economistas)

Porque la reacción se transmite y se reproduce, ya que los seres humanos, como los monos (somos monos, después de todo) copiamos. Aprendemos copiando, es decir, reproduciendo. Pero como no somos monos (después de todo) no reproducimos tal cual, allí está la posibilidad de aportar nuestra cuota a la construcción y el cambio social.

Ahora fíjense que fuerza tiene esta idea de ser “agentes reproductores de cambio”, una idea de Pichón Riviere. Se trata de un concepto que nos permite interrelacionar al individuo con la sociedad, integrando aquellas miradas de las que hablábamos en un principio.
No están aislados, por lo tanto, los conceptos de individuo y sociedad como dos instancias diferentes:

La Sociedad ES los individuos, y los individuos SON la sociedad, pero además:


LOS INDIVIDUOS HACEN LA SOCIEDAD MEDIANTE LA CONSTRUCCION COLECTIVA Y VINCULAR!!!!


Y no olvidemos que hacer, hacemos siempre. Si no nos comprometemos, reproducimos, si nos comprometemos, transformamos.
La Psicología Social nos ofrece, además, una tecnología para apreciar los cambios que se producen en la tarea. Eso hace por ejemplo, un coordinador en un grupo: acompañar en el proceso de transformación de la realidad, por eso decimos que el grupo con el que trabaja la Psicología Social es el GRUPO OPERATIVO.


El objetivo de los trabajos prácticos es que se vayan metiendo en esa realidad, que es la realidad de nuestra vida cotidiana, pero ahora como observadores, con el ojo puesto en ese mundo que queremos (o necesitamos) transformar.
Obviamente que primero es necesario tener un conocimiento del campo. Si una modista va a cortar una tela para hacer un vestido, antes tiene que conocer sus características, no puede aplicar cualquier molde a cualquier tela. ¡Eso es claro para la modista!
En ciencias, sin embargo, a veces pareciera que se carece del sentido común de la modista. Se aplican recetas construidas en otros medios al propio así como así nomás: Baterías de test, metodologías de intervención, proyectos económicos, terapias pensadas para otras culturas se aplican aquí de la misma forma en que en épocas de la colonia se esperaba obtener homogeneidad para el Imperio obligando a las “coyas” a vestir de la misma forma que en la corte madrileña. ¿Lo sabían? La vestimenta “autóctona” con que los turistas extranjeros fotografían a nuestras “coyas” fue una imposición del conquistador. ¡Enjin!

Nuestras Universidades cada vez más utilizan la lectura de textos extranjeros, extrpolando conclusiones, y cada vez menos proponen una lectura directa de la realidad nuestra.

Ojo, por favor, no confundamos esto con nacionalismo o chauvinismo, porque no lo es. También el concepto de nacionalismo en cualquiera de sus versiones es un producto importado. Nadie es mejor ni peor que el otro, somos diferentes, y por eso se imponen lecturas diferentes de la realidad. Ese es el motivo por el que estamos construyendo esta escuela de una forma interactiva.

Yo, desde mi rol docente, propongo datos de una teoría (que también es “de afuera” para muchos de ustedes, porque se construyó en Buenos Aires, y hace cincuenta años) en tanto herramienta posible de intervención, y será necesario ponerla a funcionar para ver si verdaderamente sirve y qué modificaciones necesitaremos hacer en este proceso de adaptación activa a la realidad en la práctica de hoy.

Entre el operador y la teoría también se da un proceso dialéctico, el proceso entre tesis, antítesis y síntesis.
Del interjuego entre ambos términos (tesis y antítesis) el resultado no es la suma, sino “otra cosa”, ( síntesis), una instancia integradora y superadora de las posiciones anteriores.

Esta es la manera en que iremos construyendo nuestra práctica, de forma dialéctica, interactiva, de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría nuevamente.

Ven como la teoría crece a partir de la práctica de todos los integrantes del grupo, que al contrastar la teoría con la práctica construyen a su vez una nueva teoría que confirma o modifica la anterior.

El grupo operativo es un laboratorio donde la tarea tiene objetivos claros y el tránsito hacia dichos objetivos grupales construye un proceso. La sociedad también produce el mismo fenómeno aunque de forma espontánea, no dirigida, por eso decimos que el grupo es un laboratorio.

Les transcribo un texto que tomo de “El Proceso Grupal”, donde Pichón sintetiza lo que estamos diciendo de esta manera:

“Dentro del plano individual, las situaciones de crisis son más frecuentes que las situaciones de cambio: las pueden preceder y preparar. Las crisis desencadenan en el individuo estados de ansiedad, constituyen los zigzags del desarrollo personal frente a cada logro, que operan como avanzadas de cambio hasta la situación definitiva: ser un hombre situado, comprometido y adaptado activamente. El sujeto establece una relación dialéctica con el mundo y transforma las cosas, de cosas en si, en cosas para si. A través de una praxis permanente, en la medida en que se modifica modifica el mundo, en un movimiento de permanente espiral”

E incluye a su vez una cita de John Done, poeta inglés nacido en 1572, quien así se expresa en este conocido texto:

“Nadie es una isla completa en sí misma; todo hombre es un trozo del continente, una parte del todo, si el mar arrebata un peñón, es España la que sufre la pérdida. Lo mismo que si se trata de un promontorio, de una hacienda de tus amigos o de la tuya propia, la muerte de un hombre me disminuye porque estoy inserto en la humanidad, y por eso no preguntes nunca por quien doblan las campanas: doblan por ti.”

¿No es hermoso este texto? Espero que les guste tanto como a mí.

Bien, ahora vamos al TP de la semana, porque supongo que cuando entre a mi correo voy encontrar ya todos los TP de resiliencia. ¿si? Je je, bueno, poco a poco.
Esta semana vamos a tratar de relacionar el tema resiliencia, que como les dije viene de otra teoría, con el texto en negrita de Pichón, que figura más arriba. Bueno. ¡Manos a la obra!

Nos vemos la próxima, un abrazote grupal y hasta entonces. Ada.

miércoles, 11 de junio de 2008

Salud Mental y resiliencia

Introducción a la Psicología Social
Docente Lic. Ada Fanelli
Introduccion clase VI
Salud Mental

Hola a todos. La ciudad de Buenos Aires, hoy, brilla bajo un hermoso sol pre-invernal, ahuyentando los humos y las neblinas con que nos prodigó ultimamente.

Bien, hoy vamos a retomar el tema “Salud Mental”. También vamos a mencionar el tema resiliencia, no sólo porque está de “moda”, sino porque en los correos de ustedes me pareció entender que puede interesarles. ¿Me equivoco? La resiliencia intenta una explicación del proceso cuyo producto es la Salud Mental, Explicación en la que ocupa un lugar importante lo social, y nos interesa porque como Psicólogos Sociales no trabajamos para patologizar el proceso de la vida, sino para comprender su devenir y vicisitudes.

El objetivo de los trabajos prácticos es facilitar que yo los conozca a ustedes y sus intereses, ya que no los estoy viendo como ocurriría en un aula no virtual.1
Ir conociendo los intereses de mis alumnos me permite abordar los temas del programa desde un lugar cercano a la realidad de cada uno.
Para Freud, recordemos, la salud mental consistía en la “capacidad humana de amar y trabajar”. Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) se define como un equilibrio bio-psico-social, que dijimos debía ser socio-psico-biológico, ya que el grupo, es decir el entorno social, es previo al nacimiento de la persona y conforma lo psicológico y lo biológico (por eso es que en la rama de la medicina que se llama Epidemiología encontraremos mucho de Psicología Social).
Para Pichón, recuerdan, creo que ya lo dijimos, la Salud Mental es “adaptación activa a la realidad”. Esta definición contiene y amplía las anteriores. El sujeto es agente de cambio, transformador de la realidad, no sólo un “producto” de ella.
Y aquí quería llegar:
La diferencia entre un objeto (producto de la idea del hombre o de la naturaleza) y el sujeto, es que el objeto “no opina”, no decide sobre su naturaleza. En cambio el hombre sí. Dos personas en el mismo medio no son iguales. Ni aún los hermanos gemelos, con igual carga genética y criados en el mismo ambiente familiar, son iguales. En cambio la piedra no puede alterar su trayectoria, sometida a las fuerzas de la naturaleza, y los animales están sometidos a sus instintos, que son constantes. En el hombre, en cambio, no es así. El ser humano cambia, es SUJETO DE DESEOS: Hoy quiero pollo, y mañana pizza. El instinto sexual existe, desde luego, pero no me da lo mismo su práctica con cualquier individuo del sexo opuesto, como ocurre con los animales. Por eso las ciencias duras, física, química, biología etc, tienden a una mayor constancia en los enunciados, porque se valen de la formalización matemática, tienden a una mayor exactitud y las ciencias sociales, en cambio, no son exactas porque los humanos no somos animales o robots.
¡Ojo! Sin embargo, iremos comprendiendo y adquiriendo certezas dentro de nuestro ámbito de estudio que nos permitirán realizar evaluaciones y hacer pronósticos. De lo contrario no podríamos operar. Claro que son otro tipo de normas diferentes de las fórmulas matemáticas, pero no por ello menos operativas.

Pichón decía que “curarse es aprender”. Aprender a vivir de otra manera, adquirir experiencias y prácticas, etc. Y todo esto es posible dentro del grupo, porque cada integrante es distinto del otro, y desde ese lugar, al que llamaremos ECRO (ustedes ya saben lo que es) cada uno aprecia y construye su realidad. Y desde esa mutua diferencia es que se produce el aprendizaje, el cambio creativo, la modificación que nos permite vivir mejor. Cada uno de nosotros es portador de una experiencia de vida única, y desde ese lugar todos somos maestros.
Hay un proverbio hindú que dice: “hay muchos discípulos y hay muchos maestros”.
Esto es cierto, porque todos tenemos algo que enseñar y algo que aprender al mismo tiempo. La situación grupal lo facilita y promueve.

Fíjense que estamos hablando de lo particular (psicológico) en lo general
(social) y del vínculo que entre ambas instancias produce aprendizaje.

Un neologismo de la Psicología Social sintetiza este concepto como

“enseñaje” Mezcla de enseñanza y aprendizaje.

Siguiendo con los conceptos transpolados de las ciencias duras, vamos también a hacer otro señalamiento.
Cuando hablamos de la relación entre lo social y lo individual es bastante común suponer que una instancia (la social) deviene de otra: (la individual) y decimos que la miseria produce desnutrición y delincuencia, por ejemplo.
Debemos tener cuidado, porque en base a estos datos fácilmente podemos caer en un razonamiento equivocado:

“si la pobreza produce delincuencia, entonces los pobres son delincuentes”. ¡Terrible! ¿no es cierto?

Vamos a ver donde está el defecto en este pensamiento, que constituye lo que se llama una “generalización arbitraria”2 .
Las estadísticas nos dicen que a un aumento de la desocupación, por ejemplo, corresponde un aumento de la delincuencia. ¡Lo que no quiere decir que los desocupados sean delincuentes! O bien que la depresión es una patología frecuente entre las mujeres de más de cincuenta años. ¡Eso no quiere decir que yo me voy a deprimir cuando llegue a la menopausia!
Lo que aquí vemos es la diferencia que existe entre la Sociología, que estudia grandes masas de población y aplica (ahí si) de forma correcta las estadísticas, y la Psicología Social o la Psicología, incluso la Medicina, que trabajan con pequeños grupos o sujetos individuales sobre los cuales las inferencias no funcionan como método científico.
Justamente, durante la carrera vamos a ver de qué manera especial se articulan los vínculos entre el individuo y la sociedad CON LA MEDIACION DEL GRUPO.

Bueno, ahora vamos con el tema resiliencia, que viene muy a cuento aún cuando nos salgamos un poquito de lo estrictamente pichoniano, pero siempre dentro de una epistemología convergente..
Abordo este tema en el primer módulo porque se que los estudiantes de Psicología Social poseen una profunda vocación de servicio, que los orienta hacia esta carrera.
La palabra resiliencia viene de la física y de la ingeniería, y es una especialidad que estudia la resistencia de los materiales al impacto ambiental.
A veces ocurre que en situaciones catastróficas, cuando todo haría prever un futuro aciago, contra todo pronóstico, alguien, que puede ser un individuo o un grupo, mantiene en óptimas condiciones su salud mental. Señores con mucha paciencia hicieron seguimientos poblacionales de hasta treinta años, ubicando a los sujetos resilientes, pensando que el comprender su proceso constituye una luz de esperanza para el tratamiento y prevención en situaciones de riesgo.

Boris Chirulnik, un afamado psicoanalista judio alemán detectó el fenómeno por primera vez a raiz de su “estancia” en un campo de concentración en la segunda guerra mundial, siendo todavía un niño. El mismo es un resiliente. Habiendo perdido a toda su familia, fue después adoptado por extraños y pudo adaptarse y desarrollar su personalidad transformando su experiencia dolorosa en ayuda a quienes padecen.
Seguramente alrededor nuestro podemos reconocer a muchos “resilientes”, tal vez nosotros mismos lo seamos. Actualmente existe mucha literatura sobre el tema, y aunque no vamos a profundizar en ello, quiero sin embargo mencionar algunas condiciones necesarias para transformar a una víctima en un resiliente, o como diríamos nosotros, desde la Psicología Social, en agentes sociales reproductores del cambio.

“Pilares de la resiliencia” son esas condiciones, fortuitas o no, que permiten una vida sana en un medio insano. Vamos a mencionarlos brevemente:3

1.- Introspección

Arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta.

2.- Independencia

Saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas, capacidad para mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.

3.- Capacidad de relacionarse

Habilidad para saber establecer lazos e intimidad con la gente, para equilibrar la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros.

4.- Iniciativa

Gusto por exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.

5.- Humor

Encontrar lo cómico en la propia tragedia.

6.-Creatividad

Capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y del desorden.

7.- Moralidad

Consecuencia para extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad y capacidad de comprometerse con valores; este elemento ya es importante desde la infancia, pero sobre todo a partir de los diez años.

8.- Autoestima consistente

Base de los demás pilares y fruto del cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por parte de un adulto significativo.

Esta me parece una bella síntesis y también un “mapa” de trabajo para quienes estamos en contacto con poblaciones en riesgo: docentes, agentes de salud, etc.
Espero que les guste tanto como a mí. Integrar otra teoría, me parece un aporte muy interesante porque conceptualiza qué valores debemos fomentar especialmente en niños y adolescentes para generar salud mental.

Para Pichón el “enfermo” mental o social es en realidad el chivo expiatorio de situaciones ajenas a él que lo transforman en víctima. No siempre podremos trabajar en grupos de contención, y no siempre será posible acompañar o contener, por eso es tan importante detectar y fortalecer a estos agentes reproductores de cambio, así como también intentar transformarnos en uno de ellos.


Bien: el TP para esta semana creo que les va a gustar. Además, les va a permitir una aproximación a la tarea, y ya que el tiempo está un poquito mejor, salir a dar una vuelta. Se trata de observar a nuestro alrededor para encontrar a una persona a la que consideremos “resiliente”. ¿Por qué? Trazar un retrato y contar brevemente su historia aplicando lo aprendido sobre los pilares.
Bueno, a trabajar!!!!! (Pero no se persigan si no lo terminan en esta semana)

NOS ENCONTRAMOS LA SEMANA QUE VIENE. Hasta entonces ¡UN ABRAZO GRUPAL!!!!! Ada.

Tomado del libro “Resiliencia, Descubriendo las propias fortalezas”, Melillo y otros. Ed. Paidós.

ECRO clase 4

Introducción a la Psicología Social
Docente Lic. Ada Fanelli
CLASE No. 4

ECRO Pichoniano

Hola !!Buenos tiempos para todos!!!.
Hoy tenemos un tema muy interesante: El ECRO. ¿Qué significado tiene esta sigla?
Esta sigla resume un concepto creado por Pichón, que significa Esquema Conceptual Referencial y Operativo. Vamos por partes.
Un esquema es un mapa, un plano para entender la realidad. Son los datos del relevamiento del terreno que alguien, que podemos ser nosotros mismos, hizo en algún momento. Los conceptos son los puntos de ese mapa, las referencias necesarias que permiten el reconocimiento y la operación. O sea que es referencial y operativo. Alguien dijo “nada hay más práctico que una buena teoría”. Eso es el ECRO, un mapa mental, el conjunto de teorías con un grado mínimo indispensable de organización interna, acumuladas a partir de otras teorías o experiencias propias o ajenas. ¿Para qué sirve?
Para vivir, para transitar, para reconocer, para hacer.
El sujeto humano es frágil, ya lo sabemos. Los biólogos dicen que nacemos fetalizados, es decir, inmaduros. Se unen la debilidad de la pelvis femenina y la estrechez del canal de parto, con el tamaño de la cabeza del bebé para devenir en una gestación corta, un parto prematuro y una larga crianza.
Sin embargo, gracias a esa mayor capacidad craneal es posible el desarrollo del cerebro y en consecuencia de la inteligencia, única ventaja comparativa con que cuenta el hombre para enfrentar la hostilidad del medio. El ser humano modifica su entorno y lo hace viable porque piensa.
Recordarán que en la clase anterior nos referíamos a la salud mental como la adaptación activa a la realidad. Es decir, la capacidad de transformarnos y transformar el mundo.
Para otras especies, a pesar de estar mejor adaptadas al entorno natural (pelo, garras, olfato, etc.) los cambios significarían la extinción, porque la adaptación se obtuvo a través de un largo proceso evolutivo de transformaciones biológicas. ¿Cuantos millones de años habrán tardado los lagartos en criar alas y dar lugar a las aves? Seguramente más que los que el hombre tardó en inventar el aeroplano.
Ese esquema conceptual, referencial y operativo no está siempre explícito, muchas veces no somos conscientes de cuándo y cómo funciona, pero funciona. Aunque la mayoría de las veces, permanece inconsciente.
Se trata de las ideologías que adoptamos, de los paradigmas subyacentes a las ciencias, de cómo y para qué construimos nuestra vida cotidiana.
El ECRO es nuestra forma de pensar, sentir y hacer en consonancia con el mundo en el que vivimos. Se trata de un modelo útil para reproducir, pero también para intervenir en la realidad.


El ECRO no es una instancia inocua. La ideología hegemónica, por ejemplo, es un ECRO que se manifiesta como pensamiento único, se muestra inocentemente como sentido común, mostrando las diferencias como peligrosas e irracionales. Algunos genios han sido capaces de ver más allá y transformar su época, pero frecuentemente lo pagaron caro. De Jesucristo a Freud pasando por Giordano Bruno, los miedos colectivos se han cobrado muchas víctimas entre los innovadores, y no pocos terminaron en el manicomio, la cárcel o la hoguera. Los disidentes son considerados peligrosos por el establishment y excluidos por locos o rebeldes.
Si es posible, el sistema anula las diferencias, de lo contrario, las mantiene en los márgenes. A veces las incluye, pero desactivándolas. El Che Guevara es un póster en la pared, Evita una ópera, Espartaco una película.
Si pensamos que el hombre no puede vivir en soledad, entenderemos por qué le es más fácil aceptar una vida de sometimiento que de aislamiento. Por ello, los cambios sociales no pueden darse en solitario, la transformación se produce en el grupo, que es el sitio y la herramienta más pertinente para generar modificaciones en el ECRO.
Pensemos por ejemplo en los paradigmas, tema que necesitamos conocer.
Se trata de la ideología previa subyacente a todo desarrollo del pensamiento. Pensemos en los filósofos que buscaban los argumentos con que pudieran probar la existencia de Dios. Ninguno llegó nunca a la conclusión contraria, por supuesto, porque esa posibilidad simplemente no existía en sus mentes.
De la misma forma, el pensamiento biologisista intenta explicar, por ejemplo, la enfermedad como un desorden genético, químico, etc., cuando en realidad son muchas más las circunstancias que intervienen. Circunstancias sociales, políticas, económicas y, por que no, espirituales. etc.
Cuando hablamos de la ideología hegemónica nos estamos refiriendo a un pensamiento que se justifica para permanecer a partir de tres explicaciones:

1.- Es Natural o sea, es innato, y por lo tanto inmodificable. Decir por ejemplo que “el hombre es lobo del hombre”, impide suponer cualquier otra organización social que no estuviera fundada en la represión y la violencia.
Asimismo, ofrecer explicaciones por la herencia genética es olvidar que un gen predispone, pero que, para que una enfermedad o característica se desarrolle, es necesaria la presencia de muchas otras circunstancias concomitantes, la mayoría de las cuales dependen más de lo económico que de lo biológico.

2.-Es Atemporal, o sea, “lo que fue será”, por lo que no vale la pena el esfuerzo de intentar un cambio.

3.-Es Universal, o sea que en cualquier otra parte es así, ocultando la relación entre el fenómeno y el contexto. Decir que “hay pobres en todos lados”, impide relacionar el fenómeno de la pobreza con el modelo de clases sociales y con quienes usufructúan el modelo, por ejemplo:
El sistema de pensamiento vigente –capitalismo, liberalismo, neoliberalismo, o como elija llamarse- fomenta el individualismo, naturalizando junto a la herencia biológica la herencia material, exacerbando la competencia por encima de la cooperación pero ocultando que las ganancias no se producen sino usufructuando la cooperación de muchos.
La cultura hegemónica se expresa en términos materiales, pero constituye, ante todo, una forma aprendida de producción y reproducción, un esquema donde se articulan los conceptos que nos referencian y por los que nos referenciamos constituyendo un estilo de vida. Es decir, un ECRO.

Se nos oculta que existieron –y tal vez existan o puedan crearse- otras formas de vivir en el mundo, otras economías, otras políticas, otras organizaciones sociales.
Así, para este modelo ideológico los artistas nacen con una habilidad especial, los ricos nacen ricos, hay países desarrollados y otros que no consiguen lo mínimo para vivir porque son ignorantes, atrasados, derivando la pobreza de la ignorancia y no la ignorancia a la pobreza, homologando el saber con el saber paradigmático reservado a los menos, a los que, se supone, poseen determinadas capacidades.
Los sistemas de enseñanza educan para el sometimiento. Es más importante el cumplimiento de un horario –que prepara para marcar tarjeta en la fábrica- que el desarrollo de la creatividad, inútil y hasta perjudicial en una cadena de montaje. La comunicación tiene una sola dirección y un solo sentido. El que sabe habla el que no sabe calla.
Modificar estos elementos en el ECRO de la cultura vigente no es fácil.
La Psicología Social intenta comprender como el problema social deviene en causa de enfermedad mental. La Psicología Social, por tanto, también posee un ECRO. La Psicología Social, como toda teoría, posee una ideología subyacente.
Veamos como funciona este modelo.
Para la Psicología Social es de fundamental importancia la delimitación del campo –sujeto, grupo, institución- donde se realiza la operatoria, el segmento de realidad, sus características particulares, su historia, su dinámica, sus interdependencias. Mientras los paradigmas hegemónicos sólo pueden describir la realidad, ya que la consideran inmutable, la Psicología Social intenta comprender la naturaleza cambiante de la realidad para facilitar los cambios.
Tomemos como ejemplo la forma de abordar la socialización en el aula de los chicos distraídos, ingobernables, molestos que se está poniendo de moda. El diagnóstico preliminar lo hacen las maestras, quienes detectan al chico raro. A continuación, se da cuenta a los padres a quienes se culpabiliza por la conducta del chico en el aula. A continuación, se deriva a los equipos de salud: psicólogos, psicopedagogos, médicos. Lo que antes se resolvía con unos chirlos (lo que enseña el ejercicio de la violencia) o una penitencia (que enseña el ejercicio del poder) ahora debe medicarse, que enseña las dos cosas y acalla la protesta.

Intentemos una explicación desde nuestro ECRO:
El sistema aceptó la lucha de los movimientos feministas en contra la violencia familiar. Ya no se ven adultos golpeando a sus hijos en sitios públicos y son pocos los que lo hacen en privado, siempre arriesgándose a la denuncia de los vecinos o al remordimiento personal. El discurso popular dice que los chicos de ahora no tienen límites.
Pero se trata de modificaciones en la superestructura, es decir, cambiaron los conceptos, pero no la infraestructura, que es donde encontramos las auténticas motivaciones del problema.
Por otro lado, la escuela ya no es una alternativa reparadora y contenedora, un complemento de la familia, donde el chico puede encontrar lo que en aquella le falta.
Si antes los niños eran obligados a trabajar desde la infancia, actualmente se los somete a agotadoras jornadas de estudio –no menos agotadoras que las laborales- por el simple hecho de que el aprendizaje necesario para no quedar excluido del sistema tiene requerimientos abundantes y complejos. Sufren tanto la represión como siempre, sólo que con medios más sofisticados. Ya existen aulas donde son varios los chicos que toman medicamentos por conflictos con el aprendizaje o las normas institucionales.
Mientras, todo el mundo se manifiesta agobiado. Nadie intenta cambios sustanciales en la educación, obviamente obsoleta, como lo demuestra el frecuente desinterés de los alumnos. La misma palabra a-lumno, sin luz, ejemplifica que la educación no es justamente para iluminar sino para apagar las mentes infantiles.
Desde la Psicología Social nos preguntaríamos ¿de qué están dando cuenta esos chicos? ¿Portavoces de qué conflicto social son? ¿Qué es lo que saben? ¿Qué es lo que no queremos-podemos-sabemos cambiar los adultos?
Muy distinta es la propuesta del aprendizaje grupal, paradigmáticamente enfrentado a los modos académicos del que sabe y el que no sabe, que es el modelo precursor del pensamiento autoritario que instalará el pensamiento dilemático del que puede y el que no puede. “A mi no me da la cabeza”, “no sirvo para las matemáticas”, “si no terminás el secundario no servís para nada”, etc.
Utilizaremos palabras de Pichón para comprender la propuesta de aprendizaje grupal:
“En el grupo nos proponemos la construcción de un ECRO común, ya que hay una unidad del enseñar y el aprender… La construcción de un Esquema Conceptual Referencial y Operativo nos conduce a una actitud de autocrítica, no solo desde el punto de vista de las rectificaciones que se dan por síntesis de la teoría y la práctica, sino porque lo que denominamos el análisis sistémico y el análisis semántico o del ECRO. Es decir, una filosofía de la ciencia que incluiría:

1.una epistemología con una definición de lo que es el conocimiento y el criterio de verdad (operatividad)
2.Una metodológica indagación de los métodos incluidos en el ECRO como sistema complejo de conceptos. A eso denominamos análisis sistémico que puede ser intrasistémico, analizando su articulación y coherencia interna, o intersistémico, analizando su relación con otros ECROS. Análisis semántico es el análisis de la relación signo-significado de este lenguaje.
3.Todo esquema conceptual, referencial y operativo tiene un aspecto superestructural y otro aspecto infraestructural. Lo superestructural está dado por los elementos conceptuales y lo infraestructural por los elementos emocionales, motivacionales, es decir, lo que nosotros denominaríamos verticalidad del sujeto, elementos éstos surgidos de su propia experiencia de vida, y que determina las modalidades del abordaje de la realidad. Un análisis coherente de nuestro ECRO nos obliga siempre, como operadores sociales, a intentar esclarecer tanto los aspectos superestructurales como los aspectos infraestructurales.”
Bueno, por hoy hasta aquí llegamos. Como tocamos un poco el tema educación, les voy a recomendar que vean, como tarea para el hogar de esta semana, una hermosa película francesa que se llama, aquí en Argentina, “Los coristas”.
Es la historia de un profesor que utiliza una original metodología para llegar a sus alumnos, bastante difíciles por cierto.
Espero comentarios. Ojo: espero comentarios que tengan que ver con los conceptos psicosociales que ustedes ya están adquiriendo.
Que disfruten la tarea.
Me despido hasta la semana que viene con un fuerte abrazo virtual y colectivo para todos
Ada.

Escuela Argentina

Clase III Introducción a la Psicología Social
Desarrollo de la Psicología Social, Escuela Argentina.
Docente Lic. ada Fanelli

Hola, buenos tiempos virtuales para tod@s.
Retomemos recapitulando un poco: Habiamos hablado sobre epistemología, recuerdan, o sea, acerca de la Psicologia Social como una ciencia relativamente nueva, cuyo objeto de estudio es el hombre en situación, es decir no de forma abstracta sino como integrante de un proceso. También dijimos que el método es comprender desde adentro el fenómeno que estamos investigando. Es decir, como actúa en los otros a través de cómo resuena en nosotros.
Y aquí destacamos que la Psicología Social, ademas de tener un cuerpo teórico importante, es fundamentalmente una practica. No se puede estudiar Psicología Social sólo en los libros, de la misma forma en que no podemos aprender a pintar sin pinceles o a hacer música sin tocar un instrumento o cantar, por que la Psicologia Social opera sobre la realidad y promoviendo cambios planificados.
Comprenderán cuál es la importancia de la interacción entre las distintas instancias del aprendizaje: docentes, alumnos, coordinadores, material teórico (contenido de libros, revistas, etc.)
En una Escuela serian ámbitos físicos, aula, biblioteca, secretaría, espacio grupal. Aquí son ámbitos virtuales. El aula, donde se encuentran con la teoría a través de una persona: el docente. El foro, donde recibimos el aporte de otros compañeros, metodología que fomenta el aprendizaje mutuo. Por eso es importante que conozcan todo el material que reciban. NO DEJEN DE ABRIR Y LEER TODO LO QUE LES LLEGUE. OPINEN; PREGUNTEN; INTERVENGAN: NO CENSUREN; NO SE CENSUREN. Voy a incluir en algún anexo las normas de trabajo grupal en creatividad de Carlos Churba, que personalmente uso mucho para trabajar.
Es de esa manera que se conforman los vínculos, a través de la comunicación.
Entrando en el tema de hoy, que es Escuela Argentina, vamos a recordar, por que también lo dijimos, que Don Enrique Pichón Riviere fue el fundador de la Psicología Social Argentina, y de la primera escuela de Psicologia Social.
El había estudiado medicina y se había especializado en psiquiatría. En esas épocas empezaba a llegar a estas pampas el psicoanálisis. Una teoría que revolucionó y apasionó a un grupo de jóvenes entre los que estaba Pichón.
Les recomiendo la lectura de “Conversaciones con Pichón”, de Vicente Zito Lema. Es muy divertido y una aproximación muy recomendable a Pichón y a la Psicología Social.
Obviamente, si decimos “Psicología Social Argentina”, damos por sentado que existen en otras partes otras Psicologías Sociales, y así es.
Se trata de teorías acerca de los grupos y son epistemológicamente distintas, porque parten de otros paradigmas (más adelante veremos de que se trata este concepto). La Psicología Social Argentina, si bien las estudia y se vale de ellas, tiene una mirada más amplia e integradora.
Les diré brevemente que un señor, Kurt Lewin, alemán radicado en EEUU, hizo importantes descubrimientos acerca del tipo de liderazgos y el funcionamiento de los grupos. Aplicó la Teoría de la Gestalt, (que no deben confundir con las terapias gestálticas) al estudio de la dinámica de las fuerzas grupales. No se rompan la cabeza tratando de entender esto porque todavía les falta material. .
Por otro lado, el asunto psicosocial fue investigado por la Escuela Culturalista, que parte del psicoanálisis, pero que interactúa con la antropología brindando y obteniendo aportes de ella. Los discípulos de Freud, Karen Horney y Alfred Adler pueden considerarse sus representantes más importantes, y dentro de esta línea se inscribe un psicoanalista muy popular a través de sus libros, que seguramente conocen y es Erick Fromm.
Otro discípulo de Freud, Wilhem Reicht, fue precursor en intervenciones comunitarias, y abrió centros de atención para obreros, pero pronto debió huir de Alemania rumbo a EEUU, donde tampoco fue comprendido.
Enfrentadas a las teorías dinámicas de Kurt Lewin, están las teorías que buscan una interpretación psicoanalítica para el comportamiento de los grupos. Didie Anzieu y Renée Kaes, entre otros. Obviamente, utilizan el modelo del inconciente, en este caso, inconciente grupal y reservorio y escenario de las fantasías arcaicas de sus integrantes.
Jung, otro discípulo de Freud, expresó el concepto de Inconciente Colectivo.
La obra de Freud misma, contiene libros llamados “sociales”. Expresamente “Tótem y Tabú”,” El malestar en la cultura” y “Psicología de las masas y Análisis del Yo”. Creo que no me olvido de ninguno.
Muchos son los aportes de las escuelas que estudian los vínculos del hombre con los grupos y la sociedad. De todos ellos se nutre la “epistemología convergente” pichoniana, pero también la filosofía y el arte serán necesarios para la comprensión psicosocial, en un movimiento que va de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría, un movimiento en forma de espiral. A esto lo conoceremos como la espiral dialéctica del aprendizaje.
Desde el ADN hasta las plantas, el crecimiento tiene forma de espiral. También el aprendizaje. En la dialéctica se integran dos polaridades, tesis y antítesis. Una no supera a la otra, ni compiten entre si, sino que interactúan generando la síntesis, que a su vez es el punto de partida de la nueva etapa.
Nosotros vamos por la vida apoyando un pie sobre un punto del suelo, permitiendo que el otro se levante para apoyarse nuevamente un poco más adelante.
Nos reproducimos a partir de dos seres distintos de los surge el tercero, que no es ni el padre ni la madre, distinto a su vez, los contiene y los integra. No hay mejor ejemplo de cómo funciona la dialéctica. El aprendizaje también se da de la misma forma. Uno aprende integrando opuestos. Si el dilema, que es la negación de la dialéctica, se instala, se instala la competencia, se desplaza la cooperación, el conflicto se estereotipa y la vida se detiene. (Como si pretendieramos andar en un solo pie: no llegariamos lejos)
Como sujetos integrantes del grupo, cada uno de nosotros, posee un acerbo de conocimientos que ha adquirido, aprendido o heredado, a través del cotidiano vivir. Algunos son útiles para la tarea, otros se transforman en obstáculos.
Serán nuestros aportes al grupo, el mensaje que traemos desde otros grupos de los que hemos participado, porque, no lo olvidemos, durante la vida nos vamos integrando en uno y otro grupo sucesivamente: de la familia a la escuela, el grupo de pares, el trabajo, la nueva familia. Aprendimos en grupo lo que sabemos, y el grupo será también el que nos ayude a modificarlo cuando un determinado hacer se transforme en obstáculo para el proceso.
Aquí podríamos enunciar otra forma de entender la Psicología Social como una teoría para el cambio planificado.
Pichón, médico psiquiatra del hospicio, estaba encargado del servicio de adolescentes. Se trataba de pacientes muy graves, que no podían prescindir de su medicación y necesitaban cuidados especiales.
El personal de enfermería y mantenimiento se declaró en huelga. Pichón se encontró con un verdadero problema que intentó resolver organizando a los muchachos y adjudicándoles determinados roles para cumplir con determinadas tareas: Distribuir la medicación, encargarse de la ropa blanca, preparar la comida.
El experimento fue coronado con el éxito. Cuando el personal de enfermería se reincorporó a sus tareas, el servicio seguía funcionando perfectamente.
Pero eso no fue todo. Pichón realizaría también un descubrimiento más asombroso: los pacientes habían mejorado.
De aquí se desprende que la Psicología Social no es sólo una forma de entender al hombre, sino de entenderlo para ayudarlo. Pichón descubriría que también la enfermedad formaba parte de un complejo aprendizaje grupal que lo llevaría a decir: “en grupo nos enfermamos y en grupo nos curamos”

La Psicología Social nace como una ciencia para la salud.

El sitio donde nacemos y vivimos no es natural. Se trata del producto de la cultura que los hombres reciben, reproducen, producen y trasmiten transformando. Ese sitio no es un sitio físico. Sus límites son los integrantes del grupo, ya sea familiar, de estudios, de trabajo, de recreación, etc.
Allí contenemos y somos contenidos. Allí aprendemos a sobrevivir y a vivir si tenemos suerte. También allí enfermamos. Construimos nuestra subjetividad.
¿Y qué es un grupo? ¿Varias personas juntas? NO. Eso es la cola del colectivo o de la caja del supermercado, un montón de gente, una serie de personas.
El grupo, para ser grupo, debe tener una tarea en común, un destino, un proyecto. Cuidado, lean bien, una tarea en común, no una tarea común. Volvamos al colectivo: Vamos a suponer que se trata de pasajeros de un micro. La tarea común es que todos van a un mismo destino, pongamos, la ciudad X. La tarea la realiza el conductor, que es quien hará que ese micro llegue a destino, porque lleva el volante. Supongamos que se produce un accidente en un sitio apartado. Las primeras demandas irían sin duda al conductor, pero supongamos que este muere o está inconciente, que la ayuda no llega pronto y que los integrantes necesitan organizarse para sobrevivir. Ahora si aparece la tarea que ninguno puede realizar solo: los heridos necesitan ayuda, hay que calmar a los niños asustados, buscar comida, socorro. Es necesario que cada uno asuma un rol, realice una tarea. Ahora si, aquel número de personas desconocidas necesitan constituirse en un grupo operativo, es decir, con una tarea en común que necesita del aporte de todos sus integrantes.
Aunque no lo consideremos frecuentemente, así se hace posible la vida, con el aporte conjunto de todos, organizados para la tarea de vivir, cosa que nadie puede hacer solo. ¿Cómo lo conseguimos? ¿Cómo nos integramos? ¿Cómo se generan los grupos? ¿Cómo sobreviven? ¿Cómo enferman? ¿Cómo nos afecta este proceso como integrantes? ¿Cómo se genera el trabajo grupal? Facilitar el acceso a estas respuestas es la tarea del Psicólogo Social.
Repasando: la psicología Social Argentina es una epistemología convergente, que reúne los aportes del psicoanálisis, de la dinámica de grupo, de la filosofía y el arte. Su herramienta privilegiada, aunque no la única, es el Grupo Operativo. Se trata de una pedagogía, en tanto en el grupo aprendemos, y de una estrategia terapéutica, en tanto en el grupo aprendemos a vivir mejor.
Por fin, definiremos en palabras de Pichón, a la Psicología Social como una ciencia o una interciencias - epistemología convergente - de las interacciones orientadas hacia un cambio social planificado.
Digamos que se trata también de una ideología, de una serie de conceptos que se irán articulando para diseñar ese objetivo de mejorar la realidad, sin el cual la vida perdería su sentido.
Pichón también definiría la salud mental como una adaptación activa a la realidad, ya que a veces no podemos cambiar nuestras circunstancias y debemos soportarlo, pero a veces soportamos lo insoportable y el cambio saludable consiste en cambiar la realidad. En eso consiste la condición humana, en la creatividad, la transformación del entorno.


El psicólogo social no brinda soluciones, no resuelve problemas, facilita la comprensión de los procesos mediante la comunicación, ayudando a despejar los obstáculos que se interponen en la realización de la tarea.

Obstáculos que pueden ser evidentes o mantenerse ocultos. Nada fácil, así que insistamos en la necesidad de integrar los saberes teóricos con los saberes de la práctica cotidiana.
Este, el de la vida cotidiana, es el lugar de trabajo, de construcción e investigación de la Psicología Social, no los grandes estrados que, en definitivas cuentas están vacíos la mayor parte del tiempo. La Psicología Social es, fundamentalmente, la ciencia de la democracia, del saber hacer juntos.

Bueno, hasta aquí llegamos por hoy.
Como tarea para el hogar, les pido que observen a su alrededor los grupos en los que participan: trabajo, estudio, deportes, barrio (no familia) y contesten:
¿Se necesitaría aquí un psicólogo social?
¿Qué le pediría que nos ayude a modificar?
Las respuestas, como siempre, leidas y contestadas. ¡A trabajar!
Un abrazo grupal para todos y ¡Buenos tiempos virtuales!
Hasta la próxima. Ada.

lunes, 9 de junio de 2008

Comunicación II

Escuela Virtual de Psicologia Social
Introducción a la Psicologia Social Clase 2 Comunicación
Lic. Ada Fanelli


Bien, aquí estamos encontrándonos para la segunda clase de esta cursada. No hay abundancia de respuestas, pero supongo que posiblemente hayan tenido problemas con el servidor, porque aquí, “gracias” a la tormenta los han habido. O tal vez estén reflexionando antes de responder, lo que sería muy bueno, pero les recuerdo que no es conveniente que se dejen estar, porque después se acumularan los trabajos. Normalmente yo respondo individualmente cada trabajo y-o respuesta, y soy bastante paciente. Sin embargo, los correos que intercambiamos son nuestro único nexo por este medio, y la comunicación, como veremos, facilita la tarea, mejor dicho, es imprescindible, sin comunicación no hay tarea.
La comunicación…un tema importante dentro de la Psicología Social.
A veces intento imaginar cual habrá sido la primer forma de comunicación entre nosotros. Nada sofisticado, supongo. Un alarido de terror, un grito de alerta. Un sonido que surgió de una garganta para comunicar algo. Seguramente algo así como ¡Cuidado, hay un leon atrás tuyo! Pero dicho de forma gutural, ancestral…si. Estoy convencida de que cuando decidimos bajar de los árboles seguramente hubo algún valiente, o grupo de valientes que tomó la iniciativa. También creo que otro grupo aguardaba oculto, y alguno de ellos lanzó ese grito de alerta que se transformaría en la primer palabra, convirtiéndonos en humanos. Fue un grito de amor, de cuidado del otro.
Después la psicología hablaría de vínculo, y diríamos que el vínculo es ambivalente: por un lado, es vínculo de amor, por otro, de odio.
¿Se acuerdan del bolero? ¡Sólo se odia lo queridoooo!
Porque lo contrario del amor no es el odio, el odio es su complementario. Lo opuesto del amor es la indiferencia.
¿Quién no sufrió mal de amores? ¿Y qué es lo que uno quiere, cuando no es amado? Lo que uno quiere es dejar de sufrir, que la persona amada se transforme en alguien indiferente para uno.
Claro que los vínculos no son sólo los vínculos de pareja. Podemos amar y odiar a casi cualquier cosa. ¡En eso consiste justamente la condición humana!
Dependemos de nuestros vínculos para vivir. Cuando un niño nace se constituye un primer vínculo con la madre, y a través de ella con la familia y la sociedad. Un vínculo que tiene una prehistoria intrauterina, porque el bebé, a partir de los pocos meses de la gestación, comienza a percibir luminosidad y sonidos que reconocerá después del nacimiento. Por ejemplo, basta poner al recién nacido sobre el pecho de la madre para que reconozca el sonido de su corazón y se calme.
Si el pequeño no recibe afecto y palabras, contrae una enfermedad que se llama marasmo, que también quiere decir desierto. Y en el desierto, ya se sabe, no es posible la vida.
Una vez, en Francia, un rey decidió averiguar cual era la lengua natural en la que hablaríamos los seres humanos si no aprendiéramos la lengua materna. La lógica se fundaba en la historia bíblica según la cual Dios castigó al hombre por su orgullo cuando intentó construir una torre que llegara hasta el cielo, destruyéndola con un rayo y confundiendo sus lenguas. De allí, dice la leyenda, nacieron los idiomas. Se trataba de la Torre de Babel.
Pues bien, nuestro rey ordenó que un grupo de niños fuera criado por niñeras que tenían prohibido hablar con ellos. Les daban de comer en silencio y se iban.
Demás está decir que el rey no alcanzó su objetivo: jamás averiguó cuál sería la lengua natural en que hablaríamos si no aprendiéramos a hablar…porque los niños murieron. Eso si: descubrió la existencia de una enfermedad llamada marasmo.

Los seres humanos nos alimentamos de palabras. La comunicación es para nosotros imprescindible.
Fíjense que importante es el grupo: es necesaria la existencia de un grupo como condición previa a la existencia de un individuo. Este es un importante concepto de la psicología social.

Decíamos en la clase pasada que Pichón comprobó los efectos de la comunicación y la pertenencia grupal para la salud mental.
Por eso la salud en general es definida como un estado de equilibrio bio-psico-social, aunque yo tenía una profesora que corregía esta definición diciendo que es equilibrio es psico-bio-social, por esto de que lo grupal es condición de lo biológico. ¿Por qué?
Somos tan vulnerables los seres humanos…. Nacemos prematuros, sin dientes, sin garras, sin pelaje protector, casi ciegos. ¡Tardamos un año en seguir al grupo! ¡Un potrillo se para sobre sus patas ni bien sale de la panza!
Si no encontramos un vínculo amoroso aguardándonos: ¿Qué sería de nosotros?

Si, desde luego, el triángulo edípico no deja de ofrecer problemas, pero por ahora no hay mejor solución para crecer que la familia.

Bien. Volviendo a nuestra teoría, decíamos que existe una Psicología Social Argentina, creada por Pichón.
La Psicología Social americana, por ejemplo, estudia la conducta grupal, mientras que en Francia, se pone el acento en lo inconciente grupal y en lo inconciente individual en la situación grupal.

Pichón toma elementos de ambas para construir una epistemología convergente.

Integra conocimientos de la filosofía existencialista, de la filosofía y la economía marxistas, del psicoanálisis, de la gestalt, de la teoría sistémica, de la dinámica de grupos, etc. ¿Cómo es esto? Vamos a ver…..

La psicología social pichoniana no es una teoría psicosocial más: Es una teoría del sujeto.

El hombre científico que nació en el Renacimiento utilizó como herramienta la razón
La especialidad de la razón es la clasificación. Para clasificar hay, lógicamente, que separar y ordenar. Esto culminaría en el s XXVIII con la clasificación de las ciencias. Y por supuesto, entre ellas, las ciencias del hombre. La sociología, separada de la economía no podía dar cuenta de la pobreza, por ejemplo. La medicina quedó separada de la psicología, con lo cual concebimos al cuerpo por un lado y al alma por otro, lo cual nos impide entender la relación entre emoción y salud y enfermedad, por ejemplo.
Y la psicología intentó comprender al hombre aislado de su medio, encerrándolo en un laboratorio experimental. Si, pudo dar cuenta de la conducta humana, pero no de sus motivos.

Hay un chiste muy gracioso que les voy a contar y les servirá para comprender los riesgos de una inferencia inadecuada.
Una vez en un Congreso se reunieron un conjunto de científicos para realizar un experimento acerca de la araña. Pusieron una araña en una mesa y le ordenaron: ¡Anda araña! Y la araña anduvo.
Le seccionaron una pata, y ordenaron nuevamente; ¡Anda araña!. Y la araña anduvo.
Otra vez: una pata menos y ¡Anda, araña! Y la araña anduvo. Un poco chueca, claro.
Incluso cuando sólo le quedaba una pata le ordenaron ¡Anda Araña! Y la araña se arrastró un poco más con su única patita. Pero también le quitaron esta y le ordenaron nuevamente: ¡Anda araña! Y nada. ¡Anda araña! Y nada. Entonces consideraron demostrada su tesis: La araña sin patas es sorda.

Bueno, espero que se hayan reído del chiste. Medio en broma medio en serio, las ciencias a veces se comportan un poco así: perdiendo de vista su objeto de estudio.
Y eso pasa cuando queremos entender al hombre aislado de su medio, de sus vínculos, que son lo que lo constituye justamente en humano.
Si lo deshumanizamos: ¿Cómo lo entendemos?
Entendemos por lo tanto la palabra sujeto en una doble vertiente: como subjetivo, contrario a objetivo, y como sujetado a sus condiciones de vida, lo que incluye tanto lo vincular como lo material.
Ambas condiciones, lo vincular y lo material, conforman la vida cotidiana del sujeto, que es el lugar donde el sujeto se construye.

¡RELEAN-CUESTIONEN-PREGUNTEN!


Así, decimos que el sujeto es sujeto en situación.
NUNCA
Puede estar descontextualizado.

Bien. ¿Qué tal? Escribí de un tirón. ¿Es mucho?

Repasemos: por todo esto la Psicología Social que estamos viendo se considera una Ciencia, porque propone UNA TEORIA DEL SUJETO.
Se apoya en otros cuerpos teóricos, pero representa un salto cualitativo mediante una Epistemología Convergente, lo que consiste en una articulación de diferentes conocimientos para construir conocimientos nuevos.

El conocimiento, dice Pichón, es como una espiral. Uno vuelve a pasar por los mismos lugares, es decir, a revisar saberes, pero cada vez con mayor profundidad.
Ej. Un nene que juega al ping pong le da a una pelota con la paleta, que es lo mismo que hacen en un torneo de tenis.
¿Dónde está la diferencia?
En el cómo. Cómo golpea el jugador profesional, como golpea el niño. ¡Dónde! ¡Para qué! ¡Siempre mucho más importante que “por qué” ¡.
Y aquí llegamos a otro punto importante: El psicólogo social no se pregunta “por qué ocurre esto” porque su objetivo no es la explicación del fenómeno que estudia, sino la modificación de un proceso. Es decir: el cambio.
Cuando se produce el cambio, la explicación aparece sin necesidad de buscarla.
Ahora bien: El cambio social es un proceso dependiente siempre de sus protagonistas. El psicólogo social acompaña, no protagoniza, no es un “mesías”.

El Protagonista es el grupo a través de los integrantes del grupo

¿Qué conclusiones podemos sacar de esta clase?
Por ejemplo, podemos comprender el concepto de la sociedad como una red, como esas bolsas de red que usábamos para ir al mercado. Cada piolín era importante, cuando uno se soltaba toda la bolsa se rompía, porque los nudos se desarmaban y la mercadería se perdía.
La sociedad es la bolsa. El contenido es la información, los piolines son los vínculos, la comunicación.
En relación al sujeto podemos comprender que las vicisitudes de su vida cotidiana son condicionantes de su salud, tanto física como mental. No hacemos nada solos, formamos parte de un todo que nos incluye, conforma, supera.
Lo vincular no sólo nos rodea, también nos penetra. Los vínculos no están fuera, no están presentes solamente cuando el otro está presente: también nos habitan, construyendo el mundo interno de cada uno que es distinto y semejante al mismo tiempo del mundo del otro.

A lo largo de la carrera van a comprender cómo se relacionan y comunican ambos mundos: el interno y el que nos rodea, como se influyen y modifican mutuamente, cómo hacen grupo, como se construye la subjetividad.

Bien. Hasta aquí llegamos por hoy.
El motivo de los trabajos prácticos que les doy aquí en la clase, es decir en el aula, es a fin de generar un “ida y vuelta” que me permita percibir como llegan los conceptos hasta cada uno de ustedes.

El TP de esta semana es así: Van a enfrentar dos preguntas. Van a pensar que les surge a partir de este enfrentamiento, van a construir un texto de no mas de veinte líneas con esas ideas. Yo contestaré a cada uno. Espero que Yahoo nos acompañe.

OJO la idea no es encontrar la idea “correcta”, es encontrar ideas.

Un abrazo grupal y hasta la semana que viene. Ada.

Introduccion a la Psicologia Social I

l
Introducción a la Piscología Social
Clase uno
Lic. Ada Fanelli

Buenos tiempos virtuales para todos.
Les doy la bienvenida a este espacio. También me permito felicitarlos por la decisión tomada. Es una decisión valiente la de estudiar Psicología Social, y es una decisión valiente estudiar vía Internet.
La Psicología Social es una disciplina completamente revolucionaria que debe su inicio a la mente brillante del Dr Enrique Pichón Reviere, un medico psiquiatra del Hospital de las Mercedes, actual Hospital Borda, uno de los neuropsiquiátricos de esta Ciudad de los Buenos Aires desde donde les estoy escribiendo.
La familia de Pichón Riviere era una familia de inmigrantes europeos que, por motivos políticos, tuvieron que partir de su tierra natal escogiendo para afincarse el litoral argentino, las provincias de Chaco y Corrientes –Goya- donde Pichón vivió y creció hasta partir rumbo a la Metrópoli con la intención de estudiar medicina y especializarse luego en Psiquiatría, una disciplina nada prestigiosa en aquella época. Su ejercicio se reducía a poco mas que ser un “cuidador de locos”. Todavía no se contaba con ningún tipo de tratamiento, y las únicas terapia eran el encierro y el chaleco de fuerza.
El joven Enrique alcanzo su objetivo, pero no sin atravesar multitud de vicisitudes. En esta capital trabó amistad con otros jóvenes. Entre ellos los Aberastury, una de cuyas hermanas, Arminda, se transformaría en su esposa y famosa terapeuta infantil. Destacaremos especialmente a un muchacho provinciano como el, y también interesado por las nuevas teorías que llegaban del viejo mundo: Arnaldo Raskovsky.
Ambos intervinieron en el arribo del Psicoanálisis a estas Pampas. Un arribo promisorio, pero también conflictivo desde el inicio. Arnaldo y Enrique, a pesar de sus orígenes semejantes, escogieron diferentes caminos y esta diferencia marcaría los rumbos, en apariencia divergentes, del Psicoanálisis y la Psicología Social Argentina en la Argentina. A los que se están preguntando que es esto de una “Psicologia Social Argentina”, les digo que tengan paciencia. Justamente, uno de los objetivos de esta introducción es que el alumno comprenda que no estamos hablando de una investigación acerca de como se comporta el individuo dentro de una masa, o cuales son los estímulos que condicionan su conducta en una situación social, sino de una concepción diferente del ser humano. Y esta es una diferencia epistemológica, y vamos a tomarnos un tiempito para comprenderla.
Ante cada paso debemos detenernos y programar, comparar con las experiencias previas. Por ejemplo: cuando uno dicta una clase ante un auditorio físicamente presente, la clase no permanece, salvo en la memoria. La realidad virtual, en cambio, es diferente. Aquí el tiempo –y me parece un fenómeno de lo mas interesante para analizar- no pasa. Es uno el que pasa por el tiempo. Las clases que el año pasado dicté, o esta misma, permanecen inalterables e idénticas a si mismas en el espacio virtual, que es otra expresión de la realidad que podría transformarse en una ventaja para ustedes disponiendo del conocimiento acumulado como verdaderamente ocurre en la realidad, pero aquí de forma intencional, ya que disponemos de la información necesaria. Porque, nosotros, en cada gesto, palabra, pensamiento, estamos reproduciendo millones de años de experiencia humana que se condensa en el instante actual, en el aquí y ahora, para bien o para mal y aunque no seamos conscientes de ello.
Como pueden apreciar, somos pioneros en cada paso que damos en esta nueva realidad virtual, una realidad que creamos a cada momento.
Pues bien, y ya que de nuevo estamos en nuestro tema, sigamos con el objeto de estudio de la psicología social, que es de lo que estábamos hablando.
Así como nosotros disponemos de un entrenamiento previo, de conocimientos anteriores que ponemos en juego cada vez que actuamos, de la misma manera las ciencias disponen de una trayectoria que explica por qué y cómo se arriba a determinados conceptos. Esta trayectoria se manifiesta en una determinada cantidad de ideas previas que ya poseemos en el momento en que nos ponemos a pensar. Esa experiencias y esas ideas constituyen un paradigma. Cuando pensamos al hombre en sus aspectos psicológicos lo hacemos también desde diferentes paradigmas. El paradigma es el lugar mental desde el que vamos a explicar lo que queremos explicar, porque es el lugar o los elementos desde los cuales o con los cuales pensamos.
Podríamos clasificar esas concepciones del mundo y el hombre bajo tres items: el espiritualista o religioso, el biologisista o de las ciencias duras y el social o humanista, que es el que nos compete. Sin embargo y para entendernos, tenemos forzosamente que mencionar los otros.
El espiritualista es el mas antiguo. El hombre percibe en si mismo dos niveles de existencia, uno material y otro abstracto, y en estos debe moverse con mas o menos éxito. Estas categorías o distintos niveles de realidad fueron proyectados sobre el mundo y son responsables en gran medida de nuestra forma política de organización, y en nuestra forma de pensarnos.
Si suponemos que el mundo tiene una parte material y una espiritual estamos usando el pensamiento binario. De lo material se encarga el soberano, el dirigente político, el economista, el administrador. Del espíritu se encarga el religioso, el místico, el filósofo. La regla de oro de esta forma de concebir el mundo fue “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Una forma de pensar que funciono durante milenios, hasta que a alguien se le ocurrió que Dios y el Cesar parecían tener acuerdos entre bambalinas. Los simples mortales comenzaron a desconfiar de algunas explicaciones “divinas” que convenían demasiado a los cesares de turno. Podemos ubicar en la Revolución Francesa ese momento, a partir de la cual, muy lentamente, los paradigmas de la ciencia, que desde el Renacimiento venían cuestionándose, comenzaron a cambiar el mundo de manera mas visible.
La ciencia, al separarse de dichas explicaciones mágicas del poder, apelo a otra instancia que no es ni la materia ni el espíritu: La Razon.
La razón trajo a dos invitados muy particulares a la fiesta: La Democracia y El pensamiento Científico, que no tardó en organizar a todos los demás y someterlos a sus reglas que, hasta el momento, parecen las mas fiables.
Sin embargo no todos los científicos se ponen de acuerdo acerca de sus descripciones de la realidad. En lo que respecta a la psicología muy especialmente.

Psicologia significa justamente “estudio del alma”, pues psique, en griego, quería decir alma. ¡Que problema! Al rebasar la concepción espiritualista del mundo, la psicología se queda sin objeto de estudio. El tema quedo resuelto aggiornando la palabra “psique” y traduciéndola no como “alma”, sino como “mente”, que suena mucho mas científico. Pero el problema ahora es que nadie se pone de acuerdo acerca de que cosa es eso que llamamos mente. Las propuestas actuales de explicación son bastante variadas, y los enfrentamientos múltiples y encarnizados.
Digamos brevemente que los dos paradigmas más importantes en este momento son el biologicista, que considera a la mente como un segregado del cerebro, y el culturalista, que considera la construcción de la subjetividad ( sea de nuestro pensamiento) como un producto de la cultura a la que pertenecemos.
Pero no nos interesa profundizar en el tema en este momento. En tanto psicólogos sociales, no nos importará tanto definir correctamente que es la mente sino cómo y para qué la usamos. Y ahora si, llegamos a la respuesta para aquella pregunta de porque hablamos de una psicología social argentina.
A partir de las reuniones de los sábados donde asistían Pichon, Arminda y Raskovsky entre otros, devino el pensamiento de Pichón Riviere, quien entendió pronto que el hombre no podía comprenderse separado de su entorno. Que el contenido de la mente, consciente o inconsciente, es previamente el contenido de la cultura y la sociedad. Que el hombre es un hombre en situación. En este sentido evolucionó también el pensamiento de otros psicoanalistas, como Lacan, por ejemplo, quien analiza el lenguaje como el medio a través del que la cultura se inscribe en el sujeto, y la Escuela culturalista de Adler, Karen Horney y Erick Fromm.
La Psicología Social sin embargo avanzaría aun mas. Lacan por ejemplo, continuo fiel a la teoría de Freud, aun cuando la reinterpretara, así como a su metodo, aunque fuese con algunas variantes. La Escuela Culturalista se volcó hacia el pensamiento antropológico social más que al desarrollo de una aplicación practica de la teoría.
Pichon Riviere, quien nunca abandonaría el psicoanálisis, supo abrir su pensamiento a otras practicas y a través de ellas al aporte de otras disciplinas que le fueron imprescindibles para la comprensión del sujeto como algo complejo y polifacético.
Fue de esta manera que la Psicología Social Argentina se transformaría en una epistemología convergente.
Una Epistemología Convergente no es la suma de distintas disciplinas para explicar al hombre, sino la articulación de conocimientos para comprender los actos del hombre y las complejas circunstancias que lo determinan: culturales, históricas, psicosociales, biologicas, económicas, etc. .
No es el “¿por qué fulanito actúa de determinada manera?” lo que nos interesa.
No se trata de explicar la realidad a través de motivos, sino de motivaciones.
Si preguntáramos: “¿por qué Pedrito le pego a Pablito?”. Pedrito diría que porque Pablito le tiro del Pelo, y Pablito diría que Pedrito le mancho el cuaderno, y....” Buscando respuestas a los “porqués” siempre terminaríamos pidiendo respuestas a Adán y Eva, porque a un ¿porque? le responde siempre otro porque. Y otro y otro. En cambio las preguntas “como” y “para que” nos remiten a las condiciones de realidad y las motivaciones reemplazaran a los motivos. La motivación nos conducirá al cambio, a la transformación, a la acción que nos ancla en el aquí y ahora, único momento y lugar donde el cambio es posible. Y esta es otra definición dentro de las muchas que la Psicología Social encuentra posibles: “una teoría para el cambio”.
El hombre cambia su medio para sobrevivir y lo hizo mas o menos exitosamente, pero no lo hizo programadamente. Estudiar de que forma el ser humano es capaz de modificar su entorno y de modificarse a sí mismo es construir una teoría del cambio. Una teoría para construir un mundo mejor es una teoría para operar en la realidad.
Bueno. Entienden ahora porque les decía que esta es una decisión valiente?
Bienvenidos la Psicología Social. Espero que disfruten tanto de cursar la materia como yo de dictarla.
Ahora algo que tiene que ver con el encuadre, o sea, como nos organizamos para estudiar Psicología Social.
Existen dos espacios:
Uno, la clase teórica, con un docente que explica la materia. Se trata de una clase como cualquier otra, aunque si estudiamos por Internet, será escrita, como esta. Otro, el espacio grupal, donde se interactúa con los otros compañeros y un coordinador . En una escuela en red este es un espacio virtual, y se interactúa por mail con el grupo y el coordinador. Los espacios son virtuales, pero solo los espacios, el proceso de aprendizaje es real.
Cada semana se realiza una tarea o hay una pregunta para responder.
La primera es:
¿Coincide lo dicho por el docente con mi idea previa de qué es la Psicología Social? Construir un texto breve (no más de veinte líneas) explicando su idea.
Buenos Tiempos virtuales. Nos vemos la semana que viene. Ada Fanelli.